De forma redondeada y pequeño, con una estrecha retícula en su superficie, el meló eriçó debe su nombre a su similitud con la forma del caparazón del erizo de mar cuando se le han eliminado sus espinas. De gran dulzor y aroma, la rápida maduración y corta vida útil que antaño permitía una comercialización limitada al corto período estival, provocó que se desplazase de los cauces comerciales por melones de más fácil conservación y de oferta más amplia. Actualmente, el meló eriçó sólo es comercializado puntualmente y reconocido por la gente mayor, mientras que es completamente desconocido por las nuevas generaciones y por la restauración.

«Contaban las crónicas de principios del siglo XX que el meló eriçó era uno de los productos hortícolas tradicionales que más se exportaba desde Ibiza a Barcelona. Tal era su demanda allí que su producción apenas daba para satisfacer los mercados locales de la isla», según palabras de Josep Lluís Juan, técnico de Qualitat Alimentària de la Conselleria d’ Agricultura.

Mucho ha llovido ya desde aquella época y muchos han sido los cambios que desde entonces se han producido, sobre todo, en el ámbito de la rentabilidad comercial. «Esos cambios llevaron al meló eriçó ibicenco prácticamente a su completa desaparición, tanto en los cultivos de la isla como en la mayoría de las tiendas, siendo tan sólo unas pocas huertas familiares las que han continuado, por apego a su inconfundible y dulce sabor, con una producción a pequeña escala para consumo propio», explicó Toni Tur, un joven ibicenco que estudió Derecho, pero que decidió cambiar los despachos por el campo y apostar por los cultivos ecológicos en la finca Cas Secorrat (Buscastell) para recuperar los productos autóctonos de Ibiza.

Ahora, gracias a un proyecto piloto impulsado por el Grupo de Acción Local Leader para recuperar la variedad tradicional de meló eriçó con vistas a su uso en la restauración, se está procediendo a la reintroducción de esta apreciada variedad en cultivos ecológicos. Con la puesta en marcha de este proyecto se persigue evaluar la aptitud del meló eriçó local para su uso por parte de la restauración, al objeto de poder valorar la calidad, el grado de aceptación por parte de los clientes y los limites a la viabilidad de su comercialización futura como producto incluido dentro de la oferta gastronómica del sello Ibiza Sabor.

Para ello, a través de esta iniciativa, del 15 de julio al 15 de agosto, coincidiendo con el periodo álgido de su producción, se realizará en ocho restaurantes de la isla una oferta consistente en platos elaborados específicamente para la ocasión con el meló eriçó como ingrediente estrella de sus recetas.

«Somos muchas personas las que estamos trabajando por recuperar estos productos típicos de la isla en la cocina tradicional ibicenca. Con este tipo de melón tan excepcional se me ocurren mil cosas para elaborar platos que pueden ir desde un simple licuado hasta cremas o sopas», indicó David Reartes, cocinero del restaurante Reart.

El proyecto, que se enmarca dentro de la Estrategia de Desarrollo Local Participativa que desarrolla el Leader, se implementa con la estrecha colaboración del Consell d’Eivissa y de la Cooperativa Ecofeixes, que asumirá la tarea de producir y distribuir el producto a los restaurantes participantes.

EL DATO

150 KILOS A LA SEMANA

El ‘meló eriçó’ no se caracteriza por su productividad. Su rendimiento es de sólo dos melones por planta. En este caso se espera alcanzar los 400 kilos en un mes.