Margarita Riera Costa posa feliz junto a su libro en las instalaciones del PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA. | Arguiñe Escandón

Asegura Margarita Riera Costa que no es ni historiadora, ni escritora ni investigadora profesional, sino simplemente una ibicenca jubilada, funcionaria de la Administración Civil del Estado, a la que sus inquietudes personales y su cariño hacia la Institución (la Comandancia Militar de Marina de Ibiza) a la que ha dedicado toda su vida le han impulsado a no desfallecer en su incansable labor por ordenar, recopilar y clasificar cuantas normativas se publicaban en los boletines oficiales sobre Marina, así como aquellos documentos o hechos que iba encontrando y que consideraba de interés, al objeto de que esos pequeños fragmentos de la historia naval no cayeran en el olvido.
Su tesón y su constancia la llevaron a elaborar un resumen de la historia de la Comandancia que, finalmente, cristalizó en un libro titulado ‘Historia de la Comandancia Militar de Marina de Ibiza y Formentera 1751-2016’. Una completa obra que ha marcado un hito para todas aquellas personas interesadas en la historiografía naval española y que ha merecido un destacado reconocimiento por parte del Ministerio de Defensa y de la Jefatura del Estado Mayor de la Armada Española, concediéndole, con ocasión de los Premios ‘Virgen del Carmen’ del Instituto de Historia y Cultura Naval, un Diploma de Honor por su contribución al fomento de los intereses navales españoles.

—Señora Riera, enhorabuena por el reconocimiento que ha recibido usted por la publicación de su obra. ¿Qué supone para usted la concesión de este Diploma de Honor?
—Estoy muy orgullosa y agradecida porque nunca habría pensado que lo pudiese llegar a conseguir. Se lo agradezco de verdad a todas las personas que han sido tan buenas conmigo al concedérmelo.

—¿Qué recuerdos guarda usted de su relación con la Marina?
—Muy buenos. Trabajé mucho, en general tuve unos jefes magníficos y siempre estuve muy bien considerada. No por ser mujer me vi nunca desfavorecida en nada.

—Imagino que interiormente lo considerará usted como un premio a tantos años de dedicación, de esfuerzo y de trabajo.
—La gran satisfacción que tengo es haber aportado con mi libro documentos para la historia de Ibiza que, quizás, de no haberlo hecho, se habrían perdido o habrían caído en el olvido, a no ser que alguien los desempolvara con el tiempo. También me alegra haber rescatado mucha documentación de la Comandancia de Marina de Ibiza que pude remitir al Archivo Naval de Cartagena. Creo que en total fueron unas 255 cajas completamente ordenadas e indexadas. Solamente por eso me siento ya muy feliz porque sé que he aportado un granito de arena para la historia de Ibiza y de la Marina.

—Resulta complicado pensar en la gran cantidad de horas que le habrá dedicado usted a completar esa ardua tarea.
—Más o menos yo sabía lo que había, lo que no pensaba es que me iba a encontrar con documentos tan antiguos. Eso sí que me hizo sentir ilusión, ya que se trata de documentos inéditos que, hasta lo que yo sé, nunca antes se habían publicado en Ibiza. Después, el hecho de haber estado recopilando durante tantos años como una hormiguita la documentación de la Comandancia de Marina de Ibiza también me ha dado muchas satisfacciones. Aunque no me hubieran dado este reconocimiento habría estado igual de contenta por haber hecho este trabajo que realicé siempre con tanta ilusión. A pesar de estar ya incluso jubilada quise seguir con los archivos para dejarlos ordenados.

—¿Cuándo comenzó usted a sentir esa inquietud por clasificar e indagar en todos esos archivos históricos?
—Pues es algo que empecé a hacer realmente desde que entré a trabajar en la Comandancia, allá por el año 1966. Cuando encontraba algo que me parecía de interés hacía fichas para que no se perdiera esa información. Nunca pensé en escribir un libro. De hecho el libro contiene mucha información sobre la que no se había publicado nada antes, pero le faltará estilo y haberlo pulido más con un profesional. Aunque pueda tener defectos preferí que era mejor no hacerlo así porque entonces me habría parecido que el libro era de otra persona. Como no se trata de una obra literaria prefiero que tenga esos defectos porque así soy yo y así lo escribí yo con todo mi cariño.

—Y dice usted bien, Margarita, porque los documentos más antiguos y valiosos, ¿hasta qué fechas se remontan?
—El más antiguo que encontré es el de la creación de la Comandancia de Marina, que es de 1751. Se trata de una Orden Real de 1748, pero se publicó el 1 de enero de 1751. El libro abarca documentación que va desde esa fecha hasta 2016 porque en ese año fue cuando desapareció la Comandancia de Marina para pasar a convertirse en una Ayudantía y quise dejar todos los datos bien actualizados.

—¿Cómo le gustaría que fuese recordado su trabajo?
—Como una obra documental que ofrece unas pinceladas de la historia de la Comandancia y una visión global de la Marina en Ibiza que pueda servirle y orientar a los futuros historiadores e investigadores para que sepan cómo son y dónde están todos esos valiosos archivos navales.