El paisaje que presenta cada mañana de verano el puerto de Sant Antoni está compuesto por restos de botellas, plásticos y basura de todo tipo lanzada por las personas que practican botellón en las calles de la localidad saltándose así la ordenanza municipal aprobada recientemente que lo prohíbe expresamente.
Según señalaron los trabajadores de algunos negocios del puerto afectados por esta situación, los jóvenes que se reúnen cada noche en el paseo marítimo dejan los restos de basura tanto en el muelle como en la playa. Esto obliga a los empleados a retirar la basura para que las bolsas de plástico no se introduzcan en el mar.
Los trabajadores denunciaron además que algunos grupos de personas se suben sin permiso a los barcos que están amarrados en el puerto y los ensucian y provocan algunos destrozos. Según señalaron, están «cansados» de que cada noche se vuelva a repetir la misma situación y piden a los responsables portuarios y del Ayuntamiento de Sant Antoni que tomen las medidas pertinentes para acabar con este problema que provoca una pésima imagen de la localidad.
Además, aseguraron que el puerto de Sant Antoni está tomado por los ‘tiqueteros’, las personas que ofrecen tiquets de discoteca a los turistas que caminan por el paseo, y, sobre todo, por una multitud de vendedores ambulantes, algunos de los cuales ofrece todo tipo de drogas, como el denominado ‘gas de la risa’.