El polvo se acumula sobre cinco de las diez motocicletas con las que cuenta la Policía Local de Sant Antoni. El Consistorio tiene estos vehículos al día en el pago del seguro obligatorio y con las revisiones de la ITV hechas pero hace muchos meses que no circulan por el municipio. Las motocicletas, dos BMW 650 y tres Kymco, se encuentran abandonadas en un rincón del depósito municipal ubicado en el retén municipal.

Según denunciaron fuentes policiales, las motos están en desuso porque no hay agentes suficientes y los turnos se cubren con binomios en coche y dos motos.

La plantilla de la Policía Local de Sant cuenta actualmente con poco más de cuarenta agentes pero con la distribución por turnos los efectivos patrullando son escasos para tantos vehículos, apuntan las fuentes consultadas.

Varios agentes indicaron al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que esta situación «es una más de las carencias y deficiencias» que los agentes de Sant Antoni vienen denunciando en materiales.

Faltas de uniformes

Entre las carencias denunciadas, insisten en la falta de nuevos uniformes de verano. «Hemos entrado ya en agosto y continuamos en la misma situación que denunciamos hace un mes», señalan las mismas fuentes.
El pasado 11 de mayo, el Ayuntamiento de Sant Antoni formalizó un contrato de 58.080 euros para la compra de «uniformidad de invierno y verano de la Policía Local». Dos meses después, agentes de la Policía Local denunciaron las «enormes deficiencias» que siguen sufriendo. «Hemos rebasado ya el ecuador de la temporada de verano y todavía no disponemos de las nuevas equipaciones. Cada agente patrulla con los uniformes de hace dos años, unas ropas que están dañadas por el desgaste», indican.

Los problemas con la equipación no es novedad en la Policía Local de Sant Antoni pero, según advierten varios agentes, «cada temporada vamos a peor. Normalmente la jefatura ordenaba a mediados de mayo la utilización de uniformes de verano, pero este año no se han molestado ni en dar la orden porque no disponían de uniformes de reposición», explicó un grupo de agentes que lamentan las «carencias de todo tipo que sufre la plantilla».