Aunque las lluvias y el fuerte viento no provocaron incidentes de gravedad en el municipio de Vila, la gran acumulación de posidonia desató las críticas entre los vecinos de la zona que denunciaron que, casi una semana después del temporal, las playas permanecieran en el mismo estado en plena temporada alta, con todos los hoteles y restaurantes trabajando a pleno rendimiento.
Desde el Consistorio explicaron que, una vez pasada la alerta del temporal, las máquinas que se ocupan de mantener a punto a las playas nivelaron la arena para dar forma a los diferentes tramos que se habían visto afectados por agujeros y desniveles.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Talamanca, Pepe Colomar, denunció la presencia de grandes cantidades de posidonia muerta en la playa y calificó de «inadmisible» que el Ayuntamiento de Eivissa no se hubiera encargado de limpiar la playa. Según señaló, la acumulación de esta planta estaba provocando malos olores y malestar entre los clientes de los restaurantes y los bañistas que, además, tenían dificultades, para caminar por la arena o entrar al mar.
Tras la retirada parcial de la posidonia, Colomar calificó de «chapuza lamentable» que los servicios de limpieza de playa se hubieran limitado a retirar únicamente las cantidades más abundantes de planta y que no hubieran limpiado completamente la arena.
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