La media veda empezó ayer en España de forma generalizada con cupos en la mayoría de regiones para la tórtola común y la codorniz al fin de «conservar la especie», algo que los cazadores aceptan «siempre que no sea para restringir la caza», mientras que las ONG ecologistas denuncian que «ninguna de las dos debería cazarse» debido a la reducción de un 30% y un 65% de ambas poblaciones, respectivamente, en los últimos 20 años.

En Baleares, se diferencia por islas. En Ibiza, el periodo hábil comprende los días 15, 20 y 27 de agosto y 3 de septiembre, y las especies autorizadas son la paloma torcaz, la tórtola común y la tórtola turca, con escopeta y perros, mientras que el conejo y la liebre sólo se podrán capturar con perros. En Mallorca y Menorca, la media veda se alarga hasta la apertura de la caza menor general y se podrá cazar la codorniz.

De un lado, el portavoz de SEO/BirdLife Nicolás López explicó que el sistema de cupos «no es suficiente» y que «no se deberían cazar ninguna de las dos especies». «Es muy preocupante» que las administraciones continúen autorizando la su caza «a pesar del declive» en los últimos 20 años. «Hemos pedido al Gobierno que catalogue la tórtola como especie vulnerable porque cumple todos los criterios, pero han hecho caso omiso», lamentó el conservacionista.

Desde Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, afirmaron que «además de estar en contra de cualquier tipo de caza», la media veda es «más peligrosa» porque «en verano es cuando hay mucha gente por el campo y es un riesgo». Asimismo, destacó que «es una excusa para cazar otras especies, además de la tórtola y la codorniz».

Del otro lado, el presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC), Ángel López, subrayó ayer que «aceptan el sistema de cupos siempre y cuando no sea una excusa para restringir la caza». Además, ha señalado que la «tórtola tiene menor atractivo para los cazadores» y que es la codorniz y la paloma «lo que más se va a cazar».