La semana pasada se inauguró una exposición de pinturas, esculturas y objetos artísticos en Espressarte, en Jesús, del pintor uruguayo afincado en Ibiza desde 2003, Diego Picabea, que podrá contemplarse hasta el 10 de septiembre.

En Espressarte se muestran 20 obras, entre pinturas (de acrílico sobre papel y madera), esculturas (de cemento, plomo, cerámica y madera) y objetos artísticos y ópticos (realizados con diversos materiales). «La mayoría de los materiales son de reciclaje, la reutilización de elementos descartados para él es elemental y darles una nueva realidad y a veces un perfil que diste de su origen», señala Picabea.

Además, el artista comentó a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que «se trata de una recopilación de obras que tienen como hilo conductor el dodecaedro, figura que nos confiesa le apasiona y a la que ha dedicado sus últimos años. Al llegar a Ibiza descubrió la geometría espacial de la casa payesa y más tarde comenzó a investigar el significado del dodecaedro que lo remontó al Platonismo». Esta figura, según Platón, representa los cuatro elementos, aire, agua, tierra y fuego y para él «es la metáfora más acertada con lo universal». El artista lo trabaja de diferentes formas, pintado en plano y con volumen tridimensional, a veces lo encontramos como cerámicas como elemento tierra, con relieves arcaicos, con formatos más pequeños como joyas o como una caja «microvisor» con una mimiescenografía en su interior de un dodecaedro suspendido en el aire.

Picabea (Montevideo 1970) recibe clases de cerámica durante su niñez y adolescencia, en 1989 entra en ‘El taller Lara’ donde profundiza en el volumen con sus primeros trabajos en madera, a partir del descubrimiento de la obra de Picasso, Schwitters y el arte indígena norteamericano. En 1989 participa en su primera exposición colectiva en Uruguay y es seleccionado para un premio nacional de escultura por dos obras de carácter totémico. En 1993 obtiene el Premio Joven de Miniescultura con miniaturas de cerámica. En 2001 es seleccionado en el Salón Nacional de Uruguay, con tres obras de carácter óptico. Su primera exposición individual la realiza en 2002 en donde trabaja sobre el espacio de la sala reproduciéndolo en pequeñas cajas ópticas. En 2003 se traslada a Ibiza en donde expone en diferentes sitios y trabaja con maderas recicladas, unas talladas, otras convertidas en objeto, desde el constructivismo orientándose a la abstracción y la geometría. En 2013 gana el premio a la mejor pieza de la II Trobada d´Escultors por su obra ´Cronocolumna´, elegida por los propios artistas.