El despertador suena a las cinco de la mañana para muchos operarios de limpieza que empiezan su turno solo una hora después. Es el caso de Serafín Prado, que acude cada mañana al puerto de Sant Antoni para adecentar una zona acusada por la mala práctica de algunos turistas. «El puerto es un basurero y hay días que solo con recoger la basura del espigón he sacado nueve bolsas», apunta. Una situación que se está convirtiendo en cotidiana y que molesta a los vecinos que viven en el municipio. «Esta situación da vergüenza. Además siempre paso por aquí con niños pequeños y ver a la gente con la botella de vodka a las 8 de la mañana no es normal», decía ayer Daniella, vecina del puerto. A sus quejas se suman las de Daniel, quien denunciaba una situación que «necesita de más mano de obra, no vale con dos operarios». Y es que los residentes de Sant Antoni están «aburridos» de que su pueblo siempre sea noticia por lo mismo. «No sé cual es la solución, pero empezaría por poner más control sobre el turismo que viene», señalaba Daniella.

Vidrio, plástico, papel y colillas que no solo afectan a los vecinos de Sant Antoni, sino también a sus trabajadores que ayudan cada mañana en las labores de limpieza para que la mala imagen que presenta el puerto no tenga consecuencias económicas en sus negocios. «El servicio de limpieza viene muy tarde y las personas que madrugan para aprovechar el día no tienen la necesidad de ver el puerto en estas condiciones», apuntaba Eva, una de las trabajadoras de Cruceros Portmany, quien considera que «hay que reeducar al turismo». Lo mismo le sucede a Jesús, uno de los trabajadores de las ‘golondrinas’ y quien sufre en primera persona la suciedad que se acumula cada noche en el puerto. «Cuando llegamos por la mañana está todo que parece que ha pasado por aquí la Guerra Mundial», contaba con la manguera en la mano. «Necesitamos a más gente en el servicio de limpieza o que empiecen más temprano, pero no podemos criticar a los que están porque demasiado hacen y no dan a basto», añadía.

Parece que la imagen que presenta el puerto de Sant Antoni cuando amanece no encuentra una solución rápida que agrade a todas las partes. De momento, son los vecinos y los trabajadores de la zona quienes piden una mayor colaboración por parte del Ayuntamiento.