Hasta cinco camiones de los servicios de recogida de residuos se vieron obligados ayer a dar marcha atrás y marcharse sin descargar de la planta de transferencia provisional de Ibiza ubicada en Cas Dominguets donde se efectúa la recogida selectiva de residuos antes de transportarlos a Mallorca y la península para someterlos a un proceso de reciclaje.

«Desde la semana pasada no damos abasto. Los camiones ya no pueden descargar porque no hay espacio. Tratamos de hacer lo que humanamente podemos pero entra más material del que podemos sacar», explican desesperados algunos de los trabajadores de la planta.

Estas instalaciones, en funcionamiento desde el año 2003, se hicieron de forma provisional con la intención de construir una planta de triaje, paralizada desde hace años por un embrollo jurídico.

El resultado es que esta planta, «diseñada para otra época», se ha quedado obsoleta. «Estas instalaciones son de la Edad de Piedra», afirman los trabajadores. Sin embargo, el principal problema es la falta de espacio de la planta, que cuenta con apenas 800 metros cuadrados para recibir diariamente hasta 25 toneladas de plástico y unas 26-28 toneladas de cartón.

El resultado: montañas de cartón que inundan la planta y que dificultan incluso la maniobrabilidad de los camiones que tienen que entrar para descargar los residuos. La máquina prensadora de cartón, por ejemplo, admite hasta 8 toneladas de cartón, lo que supone solo una parte de la carga de un camión lleno. Por este motivo, los conductores deben esperar más de una hora hasta que acaba el proceso de prensado de todo el material que transporte porque no puede descargarlo en otro lugar de la planta.

Otro de los problemas es la falta de camiones que deben transportar los residuos desde la planta a otros lugares de España para reciclarlos. Ahora salen cada día tres camiones llenos de plástico y entre dos y tres de vidrio a Mallorca, además de las plataformas con cartón con destino a Zaragoza, un servicio que ha demostrado ser insuficiente, especialmente durante la temporada turística.

La enorme acumulación de cartón y plástico es también «una bomba de relojería» por el riesgo de incendio que existe, incrementado por el hecho de que las instalaciones se encuentran junto a la central eléctrica de GESA.

El conseller insular de Medi Ambient, Miquel Vericad, admitió ayer que existen problemas en la planta desde hace un año porque «fue diseñada para una capacidad de recogida que ahora está ultrapasada». Según señaló, la situación «no es crítica pero sí preocupante» aunque la solución que ofreció a corto plazo es reorganizar el servicio de recogida para «conseguir que la llegada de camiones a la planta sea más progresiva y no lleguen todos a la misma hora».

También apuntó a la responsabilidad de los ciudadanos que no reciclan correctamente: «Los camiones llegan con una parte de material de elementos impropios que no corresponden a los contenedores de selectivos. Si menguara la cantidad de impropios, la cantidad de camiones que llega a esta planta sería menor», argumentó.

Vericad aseguró que el Consell d’Eivissa está trabajando en la construcción de la nueva planta de transferencia para lo que han encargado un informe sobre sus necesidades. «Queremos saber cuáles son las previsiones de crecimiento para no caer en el error de construir una nueva instalación que al poco tiempo esté fuera de servicio», añadió.

Por su parte, el portavoz del Movimiento Ciudadano EPIC, Antonio Villalonga, lamentó que el Consell no hubiera hecho las inversiones oportunas para evitar estos problemas y reclamó «medidas urgentes» que palien el colapso.

LA NOTA

Sin solución a corto plazo

El conseller insular deMedi Ambient, Miquel Vericad, recordó ayer que la situación en la que se encuentra el vertedero de Ca na Putxa sigue siendo «preocupante». Según los datos que manejan sobre las previsiones de vertidos por habitantes, «la curva es ascendente». «En estos momentos estamos en contrarreloj», admitió Vericad, ya que el plazo de vida de este vertedero podría ser menor de 20 años, más corto del previsto. El futuro en la gestión de los residuos pasa por volver a hacer el informe para hacer de una vez la planta de triaje
tal y como obliga el Consell Consultiu.