El Ayuntamiento de Santa Eulària acordonó ayer por la tarde, en torno a las 20.00 horas, la zona del puente viejo de Santa Eulària por el mal estado del agua del río. Desde el Consistorio informaron que se está a la espera de los resultados de las muestras extraídas para conocer el motivo por el que se ha producido el deterioro del agua, de aspecto blanquecino. De momento, descartan que haya sido por un vertido de aguas fecales, aunque no eliminan la posibilidad de otro tipo de contaminación.

El aviso

El aviso del mal estado del agua llegó a través de la línea verde por parte de vecinos de la zona. En un principio se planteaba la posibilidad de que se tratara de vertidos de aguas fecales, descartada más tarde tras comprobar que la estación de bombeo y los edificios colindantes presentaban un aspecto de «normalidad». Así, el Ayuntamiento de Santa Eulària optó por extraer muestras de agua «para evitar males mayores». «El hecho de que haya menos caudal de agua, el calor y las algas acumuladas podridas son algunas de las opciones que se barajan, aunque no sabremos nada seguro hasta que no tengamos los resultados definitivos», comentaron ayer desde el Consistorio tras añadir que una empresa externa se encargará hoy de limpiar la zona acotada en el puente viejo, lugar con «peor estado».

En la tarde de ayer se personó en la zona un técnico de laboratorio que inspeccionó el tramo afectado y sacó cinco muestras para analizarlas, cuyos resultados se conocerán en un plazo de 15 días. «El Ayuntamiento nos ha dicho que tienen mucho interés en que se resuelva. De momento no sabemos qué es», señaló el técnico tras añadir que harán todo lo posible para que no se repita este estado del agua.

El fuerte olor, la presencia de peces muertos y la de microorganismos sobre el agua del río no dejó a nadie indiferente. Una imagen nada pintoresca a la que estamos acostumbrados a ver en este paseo de la Villa del Río. Los turistas y vecinos que se acercaron al lugar dejaron a un lado la cámara de fotos y lo único que hicieron era preguntarse el motivo por el que el río presentaba una imagen deteriorada. Dionisio Sánchez, que paseaba con su hija, se extrañó del extraño color y mal olor que había en el río. «Este color es parecido al de un detergente. Es el primer día que lo veo y, además, he visto varios peces muertos», indicó este vecino de Siesta, que espera que se solucione pronto.