Tareas de control del mosquito tigre llevados a cabo en Mallorca. | M. Nadal

Los ataques del mosquito tigre en Ibiza han vuelto antes de lo esperado. Una situación que desespera a los vecinos de la isla que sufren, en primera persona, las picaduras de este insecto originario del sudeste asiático y que parece no tener una solución a corto plazo. Y es que el Govern ha rechazado llevar a cabo la campaña que ya puso en marcha el pasado año con el objetivo de ofrecer a la ciudadanía los tratamientos preventivos necesarios para luchar contra la invasión de este tipo de mosquito. Por su parte, desde el Consell d’Eivissa aseguran estar haciéndose eco de las numerosas quejas vecinales, «pero es competencia del Govern, no nuestra», lamentan. «Nosotros hemos presentado el problema y tenemos un proyecto hecho, pero la respuesta no ha sido positiva», dice Miquel Vericad, conseller de Medi Ambient.

Para él, el mosquito tigre presenta un problema de «difícil control» al tratarse de un mosquito urbano que vive, sobre todo, en los polígonos y que se desarrolla en lugares o recipientes que precisan de una pequeña cantidad de agua, como pueden ser macetas o bebederos de animales. Por ello, Vericad hace un llamamiento a la «responsabilidad ciudadana», opinión que comparte Jaume Estarellas, biólogo del Consell d’Eivissa que, además, pide «paciencia» para no generar una alarma en la sociedad.

Desde el Consell recomiendan tapar los depósitos de agua de uso doméstico para que no entre el mosquito, cambiar el agua de plantas y recipientes, a ser posible cada día y usar repelentes. «Es imposible hacer una fumigación», señala Vericad, que insiste en la necesidad de actuar para frenar su invasión ya que «normalmente llegan en septiembre y los estamos teniendo a finales de agosto». Los expertos dicen que tanto la aparición del mosquito tigre como la presencia del mosquito común se han «solapado» y esto ha hecho que el problema se haya «magnificado».

Mosquito común

Por su parte, Estarellas afirma que aunque esté siendo un año complicado (en referencia a los mosquitos), no se trata de nada excepcional «porque salen siempre que hay altas temperaturas en zonas de agua». El biólogo ha querido recordar que para frenar la invasión del mosquito común se está llevando a cabo una campaña de control biológico que se puso en marcha el 1 de marzo y que se alargará hasta el próximo 31 de octubre. Una campaña en la que se «lucha» contra el mosquito cuando está en fase de larva y, para ello, se usa un producto que apenas daña el medio ambiente al aplicarse en zonas de dominio público hidráulico como pueden ser ses Salines y ses Feixes.

«La población de mosquitos está controlada», aseguran desde el Consell. «Tenemos una serie de trampas, diferentes operarios trabajando y, además, los vecinos nos llaman para decirnos dónde hay un posible foco», afirma Estarellas al tiempo que dice que, en este mes, han notado una «subida» que están intentando controlar con herbicidas y adulticidas.

LA NOTA

Especialista en colarse en coches

El mosquito tigre (Aedes albopictus) es originario del sudeste asiático y se ha extendido ya por África, América y Europa.

Se diferencia del resto de mosquitos por tener rayas blancas en su cuerpo y en su cabeza. Además, es un insecto difícil de localizar gracias a su vuelo ágil y suele actuar cerca del suelo. La diferencia más destacable es que pica por el día y su picadura suele ser muy molesta. Este tipo de mosquito se cría en recipientes abandonados, troncos de árbol, desagües o almacenes con neumáticos ya que, sus larvas, necesitan agua estancada para poder desarrollarse.

Los expertos dicen que el mosquito tigre se detectó por primera vez en Ibiza en el puerto y en Montecristo hace, aproximadamente, cuatro años.