El dúo formado por Thiago y Lio.

Thiago y Lio son una mezcla de estilos en permanente evolución. Provienen del crisol de culturas que es la metrópolis de Sao Paulo y vienen a absorber toda la experiencia de la isla y a aportar ese intercambio cultural del que se nutre. Confiesan haber sido escépticos al pisar por primera vez esta tierra hace dos años ya que, como viene siendo habitual, Ibiza los puso a prueba. Sin embargo, han sabido dar con el santo grial para quedarse prendados de ella, comprenderla.

—Pisaron Ibiza por primera vez la temporada de 2015. ¿Cómo fue?
—Estuvimos solo hasta septiembre. Nos encantó la isla y cuando pensamos en realizar un nuevo videoclip pensamos en Ibiza. Cuando llegamos aquí el mercado musical era la electrónica. Eso fue entrando en nuestra cabeza y dijimos, bueno no debe ser del todo malo. Nuestra percepción cambió al escuchar a Solomun y a Luciano que son un referente para todos. A este último lo escuchamos en Destino por primera vez y nos cautivó. Tras las actuaciones nos quedábamos para el after show y empezamos a aprender. Fue eso lo que nos hizo volver.

—Se definen como “aestéticos”, pero tienen una clara tendencia por lo gótico o el metal. ¿Qué son realmente?
—No tenemos una identidad, podríamos decir que nuestro género es pop- rock. Pero porque cogemos lo bueno del pop, que es un estilo maleable y a partir de ahí podemos transformarlo al jazz, al blues o al soul. Y luego tenemos el rock que es nuestra verdadera esencia. Investigamos y extraemos lo mejor de cada estilo. Igual somos nuevos góticos que al día siguiente trabajamos en un escenario completamente blanco. Somos Mad House: casa de locos y eso es lo que nos define. Nos adaptamos a los tiempos. En nuestra adolescencia nos tiraba lo gótico y el heavy metal. De hecho Thiago tiene una voz muy metal y en mi caso (Lio Junior) más de cantante negro de jazz. Y ahora electrónica. Nuestro nuevo single, que sale en octubre, incluso empezará con algo de flamenco. Sería magnífico poder contar con algún músico español para acompañar nuestros temas.

—¿Sus influencia musicales?
—Lio: Par mí el jazz y rock. Y sobre artistas Frank Sinatra, Ella Fitzgerald y mis mayores influencias que son Steven Tyler de Aerosmith y el camaleónico David Bowie.
Thiago: Empecé con rock y metal, desde Metallica a Iron Maiden, pero coincido con Lio sobre la influencia de Tyler. Asimismo, tras conocer a mi compañero empezó a influenciarme también el jazz y el blues.

—¿Cuál es su historia como dúo?
—L: Una amiga nos presentó y al principio Thiago no me caía muy bien porque pensaba que era muy tiquismiquis. Fue en un viaje en tren hacia Sao Paulo lo que nos hizo amigos en una hora por todo lo que compartíamos a nivel artístico. Los dos cantábamos y tocábamos el piano y pensamos que no podíamos hacer nada juntos. ¿Una banda con dos vocales? Es imposible, espera: una banda con dos vocales y ¡ya está! De ahí nació Mad House en 2007.

—Dos cantantes y ¿los instrumentos?
—Es contratado para adaptarlo al show o bien empleamos djs, que es lo que más buscamos en la isla. Al mismo tiempo buscamos músicos reconocidos de Ibiza para trabajar con ellos. Nosotros contamos con músicos autóctonos allí donde actuamos para impregnarnos de nuevas experiencias musicales y entender cada lugar en el que estamos.

—Realmente, ¿cómo fue su acogida en Ibiza al principio?
—L: Cuando llegamos en 2015 no teníamos ni idea de lo que pasaría. Yo lo pensaba, «mira, yo no sé nadar y esto está rodeado de agua». Además, como los buenos rockeros, nunca tuvimos en nuestro radar a la música electrónica. Empezamos a trabajar en clubs del género. Pero, hacíamos nuestro trabajo y a casa. Todo empieza a cambiar cuando paras a ver lo que pasa alrededor.
T: Parece de verdad que la isla se comunica y tuvimos la sensación de que las primeras dos semanas nos dio de lado. No encontrábamos alojamiento, todo estaba muy caro y así empezamos a quedarnos después de nuestros espectáculos en el espacio donde trabajábamos, porque no sabíamos adónde ir. Supimos que no era la hora de quedarnos aún. En 2016 teníamos otros compromisos y volvimos este año porque era el momento.
Este es nuestro segundo año. Lo bueno de 2015 es que fue como darle al botón de pausa porque todos los contactos que hicimos, seguían allí dos años más tarde. Nuestro amigo Gastón, dueño de Sushipoint, nos lo explicó. Que la isla funciona así, todo lo que ha pasado ahora es solo un paréntesis y cuando vuelves empiezas donde los dejaste.

—Y ahora, ¿le han dado al play?
—Nos fuimos con una agenda de contactos y este año buscamos la inspiración conociendo cada punto de la isla. Queremos descubrir el punto de vista de la isla y mostrarlo al mundo a través de nuestro canal de Youtube - que ha recibido más de un millón de visitas -. Porque teníamos el prejuicio, pero una vez aquí lo entiendes todo y eso lo queremos plasmar. Por ejemplo, nos preguntábamos por qué la gente estaba siempre tan liada y ocupada y entendimos que aquí la filosofía es como en Juego de Tronos: «El invierno está llegando». Ahora Ibiza es la base del desarrollo de nuestra carrera. Queremos pasar el invierno aquí, establecernos.

—Han pasado por Hard Rock y diferentes espacios pero, ¿podría decirse que Km5 es su templo aquí?
—Con Km5 también estuvimos en 2015. El ambiente y la comida es muy buena. A los tres días de volver a Ibiza Josh se emocionó al vernos y dijo «vamos a tomar algo». Estuvimos dos semanas borrachos - explican entre risas -. Para la Fullmoon de hoy vamos a abrir y a cerrar el desfile que hay programado. Y para el 13 de septiembre grabaremos parte del videoclip allí. Parte de la historia está ambientada en una fiesta, por lo que están todos los asistentes invitados a salir en el vídeo.