Aunque luego de las lluvias de Agosto las temperaturas han bajado mucho, aun tenemos un alto riesgo de padecer un golpe de calor. En Ibiza las temperaturas puede que no sean tan altas como en otros lugares de España pero la alta humedad ambiental hace que la sensación térmica sea muy elevada y aumente la dificultad para disipar el calor exagerado que padecen nuestros animales en determinados momentos del día.

Al no tener glándulas sudoríparas por todo el cuerpo, los perros no pueden regular su temperatura corporal tan eficientemente como es el caso de los humanos, sino que lo eliminan a través del jadeo y del sudor que se genera de las almohadillas de las patas y otras zonas aisladas como el vientre.

Síntomas del golpe de calor

El golpe de calor puede tener consecuencias graves en el animal: insuficiencia renal, insuficiencia hepática, fallo multiorgánico, hemorragia gastrointestinal, pérdida de azúcares y sales, etc.

Las razas braquiocéfalicas (Bulldog francés, Carlino, Bóxer, etc.), las de pelo largo y las que provienen de climas fríos (Husky siberiano, Alaskan Malamute, San Bernardo, Samoyedo, etc. ) sufren especialmente en esta época del año. Los perros con obesidad, de corta edad y de avanzada edad son también susceptibles.

Estos son los síntomas más importantes para detectar el posible golpe de calor en perros:

- Jadeo excesivo y respiración rápida.

- Temperatura corporal elevada (superior a 42 °C). La temperatura normal se encuentra entre los 37,7 °C y 38,5 °C.

- Ritmo cardíaco elevado.

- Cianosis (se observa la piel de color azulado debido a la falta de oxígeno).

- Tambaleos, debilitamiento y temblores musculares.

- Salivación abundante.

Primeros auxilios

En caso que tengamos un perro afectado por un golpe de calor, es importante destacar que no debemos bajarle la temperatura de forma brusca, sino más bien de forma gradual ya que podemos provocarle una hipotermia. Si sumergimos al perro en agua helada provocaremos una vasoconstricción periférica, esto quiere decir que haremos que sus vasos sanguíneos corporales se cierren como mecanismo de defensa al frío y al cuerpo le sea prácticamente imposible disipar el exceso de calor corporal que tiene el perro en el centro del cuerpo. En resumen es los órganos internos y los tejidos localizados dentro del tórax y abdomen se ‘cocinan’ ya que la temperatura corporal interna podría alcanzar los 60 grados centígrados

Lo ideal sería trasladarlo de inmediato a una clínica veterinaria, pero en caso que no se pueda o se tarde bastante en llegar, haremos lo siguiente con calma y sin estresar al animal:

- Trasladar el animal a un sitio fresco y que no le dé directamente el sol. Es también una buena idea utilizar un ventilador para que le dé el aire al animal.

- Aplicar paños de agua fría (no helada) en la cabeza, cuello, vientre, pecho y patas. No se debe taparlo con toallas de agua fría, simplemente aplicaremos paños o toallas pequeñas. Y ponerle el ventilador delante para que el agua que la piel mojada se enfríe por efecto de la corriente de aire. Debemos cambiar esos paños de agua en el momento que notemos que estén calientes

- Humedecer su boca con agua sin obligarle a que beba.

- Tomar su temperatura con un termómetro para ver si le va bajando hasta los 39 °C aproximadamente. Cuando el perro alcanza los 39 grados debemos parar de enfriar al animal ya que si seguimos disminuyendo la temperatura corporal podemos acabar teniendo hipotermia.

Prevención

Para evitar que nuestras mascotas sufran del calor típico del verano, tendremos en cuenta las siguientes medidas preventivas:

- No dejar a nuestras mascotas encerradas en vehículos expuestos al sol, ni en espacios calurosos cerrados sin ventilación.

- Proporcionar siempre agua fresca y limpia.

- Evitar el ejercicio físico en las horas de más calor.

- Si nuestra mascota vive al aire libre, nos aseguraremos que tiene una zona de sombra o un lugar que no le dé directamente el sol.

- Si nuestro perro es de pelo largo, lo llevaremos a una peluquería canina para cortarle el pelo y que esté más fresco.

- Dejar que nuestro perro se bañe en playas habilitadas para perros o en estanques de agua, siempre bajo nuestra supervisión.

La prevención es la principal arma para tratar el golpe de calor, el sentido común nos permite prevenir esas situaciones de riesgo y la pronta actuación veterinaria puede frenar la progresión del problema y recuperar rápidamente a nuestro animal de compañía.