Los ‘piratas’ del taxi siguen campando a sus anchas dentro y fuera del aeropuerto de Ibiza. Actúan con idéntica o mayor impunidad que hace semanas, cuando el departamento de Transportes del Consell d’Eivissa logró frenar una protesta masiva de taxistas después de comprometerse a perseguir con más ahínco el intrusismo en el sector, que actualmente implica infracciones administrativas.

Según Élite Corsaris d’Eivissa, la filial ibicenca de la asociación estatal Élite Taxis, los gobernantes «no están cumpliendo con las medidas que anunciaron». Por este motivo, y cansados del progresivo aumento de bandas organizadas que operan en el sector del transporte, van a iniciar una recogida de firmas que tiene por objeto lograr un decreto ley que contemple el intrusismo como un delito y no como una falta administrativa.

«Hace tiempo que pedimos que se considere delito, y desde Élite Corsaris vamos a recoger firmas para presentar en el Congreso y que hagan un decreto ley para que cambie la consideración de falta administrativa a delito, pero tiene que ser a nivel nacional», explica uno de los portavoces de este colectivo de taxistas, Lolo Ruiz, quien asegura que actualmente en la isla «hay más piratas que nunca». Por eso no descartan nuevas protestas, como una concentración a las puertas del Consell Insular, para las que contarán con el apoyo del colectivo nacional, tal y como les ha asegurado el presidente de Élite Taxis, el barcelonés Alberto Álvarez ‘Tito’.

«La gente está caliente porque no estamos viendo ningún avance. Viendo que no se hace nada estamos pensando en algún tipo de protesta, en hacer ruido», advierte Ruiz, que pide al Consell «que haya más presencia policial y que nos apoyen en ese decreto ley para que sea delito el transporte ilegal de viajeros».

Cifras y ‘modus operandi’

Los taxistas de Élite Corsaris han detectado este verano «entre 200 y 300 furgonetas negras», muchas de las cuales carecen de licencia de VTC (vehículo de alquiler con conductor). También han sido testigos de la implantación de clanes británicos que se dedican al transporte ilegal de pasajeros. «Hice un recuento en Facebook y llevaba anotados hasta julio 120 perfiles de ‘piratas’ en diferentes grupos de británicos», sostiene Ruiz.

Estas mafias tienen grupos de Whatsapp a través de los cuales se avisan de la presencia policial y donde se reparten el trabajo. Junto a ellos continúa operando, un verano más, la conocida banda de ‘la Rumana’, que tiene a su cargo a decenas de ‘piratas’ que han hecho del aeropuerto de es Codolar su segunda residencia.

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La falta de agentes de la Policía Local de Sant Josep ha acentuado el problema en las últimas semanas, según sostiene Lolo Ruiz, y la amplia red de piratas, la gran mayoría de ellos organizados, escapa a los controles de Tráfico que eventualmente realiza la Guardia Civil.

«Es muy difícil cogerles porque el cliente tiene que firmar el acta de la denuncia de que ha pagado por ese servicio ilegal y tarda meses o incluso algún año hasta que le llega la multa o la paga el ‘pirata’», lamenta el portavoz de Élite Corsaris. Al ser falta administrativa, prosigue, «la denuncia llega a un inspector y eso lleva un trámite que ya conocen los piratas». En ocasiones les inmovilizan el coche particular, pero no los de alquiler. «Se saben todas las trampas», denuncia Ruiz, que recuerda que «hace unos años las casas de alquiler se quejaron porque les quitaban los coches a los piratas y era la propia casa de alquiler la que tenía que pagar la multa para sacar el coche del retén, y perdían dinero».

Estos transportistas ilegales emplean vehículos particulares, de ‘rent a car’ y también las famosas furgonetas negras. Y a muchos clientes jóvenes que vienen de fiesta les resulta ventajoso moverse por la isla con ‘piratas’ del taxi, como explica Lolo Ruiz: «Un cliente me dijo que de Pacha a Platja d’en Bossa le cobraban 40 euros, cuando en un taxi no llega ni a 15 euros. Pero se lo dices y te contestan que les gusta la ilegalidad porque les consiguen la droga y todos los contactos que necesiten. Te la llevan hasta la puerta de tu hotel».

Frente a esta situación, Élite Corsaris iniciará una recogida de firmas, repartiendo hojas entre las diferentes asociaciones de taxistas de la isla, así como en establecimientos y gasolineras para aportar al Congreso –junto a las firmas recogidas en todo el territorio nacional– el mayor número de rúbricas posibles.

LA NOTA

Trampas con las furgonetas negras

Desde Élite Corsaris también denunciaron las actividades ilícitas de miembros de estas bandas organizadas con las famosas furgonetas negras que recorren la isla. Según Lolo Ruiz, «hacen trampa con las hojas de ruta» que deben cumplimentar las VTC legales. Según el portavoz de este colectivo de taxistas, «mientras uno capta dentro del aeropuerto a los clientes, otro en está en la furgoneta dentro del parquin. Una vez le avisan de cuántos clientes van y a qué hotel -prosigue Ruiz- , aprovechan ahí para hacer la hoja de ruta». No obstante, son los clientes, normalmente británicos, quienes a través de un teléfono o página web contratan estos servicios. Los piratas dejan tarjetas ofreciendo sus servicios en hoteles y gasolineras.