Imagen de archivo del verano de 2007 de voluntarios limpiando la playa de Talamanca tras el hundimiento del buque. | Archivo - Periódico de Ibiza y Formentera

El buque mercante Don Pedro naufragó con más de 150 toneladas de fuel en su interior el 11 de julio de 2007 en la bocana de entrada al puerto de Ibiza tras chocar con los bajíos de es Daus. Parte del fuel que portaba en su interior fue a parar a la costa ibicenca, sobre todo a Talamanca, Platja d’en Bossa y ses Figueretes, que se cerraron al baño, y también a las marinas deportivas del puerto de Vila. Decenas de voluntarios colaboraron en las labores de limpieza de los restos del fuel que se podían encontrar en la costa ibicenca.

El informe de la Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marinos señaló en 2009 que el origen del accidente fue el rumbo incorrecto de navegación que tomó el buque Don Pedro ya que se desplazó hacia el este de la ruta adecuada provocada por una «caída a babor» del pecio a su salida del puerto de Ibiza. Los 18 tripulantes y dos pasajeros fueron rescatados sanos y salvos.

Hoy, diez años y cuatro meses después del fatal naufragio, el capitán y segundo oficial del buque Don Pedro se sientan en el banquillo de los acusados para responder ante la Justicia por un delito contra el medio ambiente, en una causa también abierta contra Britannia, compañía aseguradora como responsable civil directa y SOREL S.L. Cabe destacar que el capitán del barco y el segundo oficial se culpan mutuamente del hundimiento del buque.

Un total de 20 empresas se personan en el juicio como acusación particular y solicitan indemnizaciones por más de 2,2 millones de euros y multas de 9.600 euros para los acusados. Por su parte, el Ministerio Fiscal solicita el sobreseimiento provisional del caso ya que, según señala en su escrito, no se ven indicios de un delito contra el medio ambiente. Para justificar la petición de sobreseimiento, el Ministerio Fiscal argumenta que si bien «no puede negarse que, como consecuencia del vertido se creara una situación de riesgo para el medio ambiente», tampoco «se puede determinar si dicho riesgo llegó a suponer en verdad un grave riesgo para el medio ambiente» ya que, según añade, «se desconoce cuánto combustible llegó a verterse al mar y cuánto llegó a las playas».

LA NOTA

En plena temporada alta

El hundimiento del buque Don Pedro se produjo el 11 de julio, en plena temporada alta, por lo que se tuvieron que cerrar al baño playas tan concurridas como Platja d’en Bossa, ses Figueretes y Talamanca. Decenas de personas se ofrecieron como voluntarias para colaborar en las labores de limpieza de las más de 150 toneladas
de fuel que fueron vertidas al mar por el hundimiento. La estampa de los voluntarios limpiando playas de fuel recorrió las principales televisiones nacionales e internacionales y recordó al hundimiento del petrolero Presgige en las costas gallegas. En la actualidad, los restos de este buque mercante continúan en el interior del mar y se han convertido en un pecio muy visitado por submarinistas de la isla y del mundo.