Quién no ha detectado alguna vez este problema en su perro o gato? El olor de boca de las mascotas es algo muy común pero a lo que no es necesario llegar, ya que por suerte tiene fácil prevención y solución: la limpieza bucal.

En Vetersalud tenemos un objetivo previo, que es el mantenimiento de la higiene oral para evitar en lo posible o por lo menos retrasar al máximo esta limpieza.

El problema del mantenimiento de la higiene oral no es solamente el mal olor de la boca de nuestros compañeros, sino los problemas de salud que ello acarrea. Las bacterias que forman parte de la placa bacteriana pueden producir abcesos dolorosos, problemas oculares, la caída de los dientes y lo que es aún más grave: infecciones de las válvulas del corazón dando lugar a problemas cardíacos muy serios.

Muchas veces cuando lo detectamos la única solución que nos queda es recomendar el paso por el quirófano para realizar una limpieza bucal a fondo, y eso efectivamente soluciona el problema. Pero si luego no realizamos ninguna pauta de prevención es cuestión de tiempo (dependerá del animal y de la raza) que necesite otra de nuevo.

El mal olor de la boca viene dado por el sarro y la infección de las encías. El sarro es una placa de color marrón formada por bacterias que se van acumulando encima del diente. Para que se forme, debe haber primero una infección local producida por los restos de comida. Una vez formada la placa sobre el esmalte, si no tomamos medidas continua acumulándose provocando una inflamación y retracción de la encía. Es lo que denominamos una gingivitis y eso provoca dolor en nuestra mascota.

Las personas al cepillarnos los dientes eliminamos los restos de comida para así prevenir que las bacterias se multipliquen y puedan producir una infección. A nuestras mascotas les ocurre lo mismo, por lo que habría que limpiar sus dientes de manera efectiva después de cada comida para eliminar los restos de alimento que provocan el acumulo de sarro y la infección. Pero seamos realistas, ¿es posible realizar una limpieza efectiva de la boca a nuestra mascota después de cada comida? Nuestra experiencia nos dice que no, o al menos es muy difícil. Por muy buenos que sean, el conseguir un cepillado exhaustivo de todos los dientes es prácticamente imposible. Por eso tenemos otros medios preventivos que ayudan a realizar esta difícil misión de mantener las bocas de nuestros perros y gatos en las mejores condiciones posibles.

Lo ideal es acostumbrar cuanto antes a nuestros cachorros a un buen cepillado, normalmente a partir de los seis meses de edad e incluso antes. De esta manera se acostumbran desde una edad temprana al cepillo de dientes y la manipulación de la boca cuando los dientes no tienen sarro.

Otro punto importante es la alimentación de vuestra mascota. Los piensos de gama alta vienen adecuados a la forma de morder de los perros o gatos, y es en esta forma de morder donde consiguen un efecto mecánico sobre el sarro actuando como si fueran un cepillo sobre la superficie del diente evitando que se acumulen los restos de comida.

Algo muy diferente ocurre cuando les damos comida casera o incluso comida enlatada, ya que este tipo de alimento se almacena con mayor facilidad entre los dientes y las encías favoreciendo el crecimiento bacteriano.

Además, hoy en día existen piensos específicos para la higiene oral que tienen un efecto abrasivo sobre la placa de sarro y que utilizamos en pacientes con mayor predisposición a padecer este problema. El veterinario es el que tiene que aconsejar la conveniencia o no de utilizar a estos piensos ya que son dietas especiales y pueden tener alguna contraindicación individual.

Lo ideal para la prevención es un buen cepillado de los dientes al menos una vez al día y para esto existen dentífricos específicos de uso veterinario con sabores agradables para las mascotas y que pueden ser ingeridos sin problema. No es conveniente la utilización de pasta de dientes de personas, ni siquiera la de los niños. Para los que resulta imposible el cepillado existen otros métodos no tan efectivos pero menos laboriosos.

Hoy en día tenemos huesos específicos para la limpieza oral que pueden administrarse como premios. Lo recomendado es una vez al día, aunque según el perro y su tendencia a formar sarro podemos darlo cada dos o tres días. Estos huesos tienen un efecto abrasivo sobre el sarro a medida que el perro va mordiendo. ¡Cuidado con los glotones que se lo tragan todo sin masticar! Para ellos no serían recomendables ya que además de no servirles de nada les pueden producir trastornos digestivos.

Para los gatos también existen productos específicos que cumplen la misma función preventiva. Lo difícil, y eso lo conocen bien los propietarios de estas mascotas, es conocer el gusto de cada uno.

También existen juguetes que se comercializan para la higiene oral. Vienen en varios formatos y diferentes texturas, y lo que buscan es atraer la atención del perro para que pase un buen rato mordisqueándolo. Así es como ejercen su acción preventiva, el material del juguete, por rozamiento va limpiando la superficie del diente.

En los Centros Vetersalud tenemos como norma el hacer una exploración bucal en cada revisión que realicemos a tu mascota. En esta exploración bucal te indicaremos si estás a tiempo de realizar un tratamiento preventivo o si por el contrario debemos realizar una limpieza de boca. Con una placa de sarro ya formado con síntomas de gingivitis, la recomendación siempre será hacer una limpieza bucal y dejar la boca lista y preparada para todas las acciones preventivas antes comentadas.

La limpieza de boca se realiza con un aparato de ultrasonidos igual que el utilizado por los dentistas con nosotros. Este aparato nos permite desprender la placa de sarro y eliminar las bacterias. Una vez finalizada, realizamos un pulido del diente para dejar su superficie lisa y dificultar así el nuevo acumulo de placa. Existen productos para utilizar después de la limpieza que forman una película protectora sobre el diente y es una barrera más a la formación del sarro. Tu veterinario te aconsejará sobre la utilidad de estos productos.

Las limpiezas de boca se realizan bajo anestesia general, ya que si no sería imposible acceder a todas las partes de los dientes. No solo se trata de quitar el mal olor, sino de hacer una limpieza profunda levantando ligeramente el borde de la encía para eliminar todos los restos de sarro ahí acumulados. Esto produce algo de dolor. Además es importante que la placa desprendida no pueda ser deglutida por el paciente, o peor aún, pasar a los pulmones. Esto sería imposible de prevenir con el animal despierto o ligeramente sedado. La anestesia habitualmente es lo que más preocupa al propietario ya que en muchos caso hablamos de pacientes mayores y es una decisión que puede dar miedo tomar. Lo que recomendamos es hablar y exponer todas las dudas con cualquiera de nuestros veterinarios exponiendo tu caso particular. Ellos te recomendaran hacer las pruebas anestésicas pertinentes para valorar el estado de salud de tu mascota y poder realizar el protocolo anestésico más adecuado para cada caso particular. Un vez hecha la limpieza, siempre volvemos a incidir en lo mismo: la importancia de la prevención para mantener la boca de nuestros amigos en las mejores condiciones y por supuesto decir adiós al mal olor.