De espaldas y con polos rojo y azul, el capitán y el segundo oficial del Don Pedro, los acusados por el hundimiento.

«El olor era nauseabundo. Imposible que alguien, incluso por despiste, fuera a la playa. Fue mi ruina total». Son palabras de Ana del Alcázar, una de las afectadas por los efectos del hundimiento del Don Pedro. El testimonio de Ana fue el penúltimo que escuchó la sala en una jornada centrada en las declaraciones de los afectados. Aquel verano de 2007, Ana había pagado 10.000 euros por tres concesiones de hamacas y sombrillas. Explicó que, tras el hundimiento del ‘Don Pedro’, el espacio de su concesión estuvo ocupado durante 30 días. «Instalaron allí toda la maquinaria y algunos elementos se mancharon. Fue un desastre». Preguntada por su experiencia en temporadas posteriores, Ana lamentó que ya «no he hecho más temporadas, aquello fue mi ruina».

A Ana la precedieron otros afectados o representantes que relataron que en aquel verano, las pérdidas fueron más allá de los días posteriores al hundimiento, ya que los efectos dañinos y pérdidas se extendieron a lo largo de toda la temporada.

Durante la sesión de ayer, los afectados subrayaron ante el tribunal que las pérdidas fueron muy cuantiosas debido al cierre de las playas por la llegada del fuel que emanaban los depósitos del buque siniestrado.

Habitaciones vacías

Entre los testimonios que escuchó la sala, el del director de un hotel de Platja d’en Bossa que relató que las reservas canceladas durante el verano de 2007 debido al siniestro del ‘Don Pedro’ se tradujo en una gran número de «habitaciones vacías», estancias que no se ocuparon por la alerta que generó este accidente ante las costas de Ibiza.

Uno tras otro, los afectados advirtieron las diferencias de ocupación registradas aquel verano respecto a años precedentes o posteriores. Indicaron que hasta entonces era raro que se produjeran cancelaciones en cadena y que algunos de los turistas también les reclamaron a ellos.

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Rubén Llaudet, socio mayoritario de una empresa de motos acuáticas, recordó que durante siete días tuvo cerrado por completo el negocio. Además, dos motos resultaron dañadas por los efectos del petróleo.

Por su parte, la empresa de Catalina Palomero perdió un camión de transporte de plataformas que viajaba en la bodega del Don Pedro. La empresa reclama el reintegro de los 150 euros diarios que perdieron por la falta de servicio del camión perdido durante 213 días, así como 20.880 euros más correspondientes a la compra del camión que adquirieron para completar la flota.

La sala escuchará hoy las periciales, comparecencias que pueden hacer luz sobre el porqué del siniestro y tras ello se abrirá un paréntesis.

El juicio no quedará visto para sentencia esta semana por la falta de un testimonio, el del primer oficial, que quedó pendiente del primer día y que en las últimas horas fue localizado.

El primer oficial del ‘Don Pedro’ advirtió que podría comparecer desde Sabadell entre el 9 y el 20 de octubre.
La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, consultó a las partes personadas, nueve acusaciones y las defensas, sobre la fecha y finalmente se fijó el día 17.

La no comparecencia de este testigo en el plazo de un mes podría conllevar la anulación del juicio por el hundimiento del ‘Don Pedro’, un juicio oral que ha llegado diez años después del accidente ante las costas de Ibiza.