La directora de Igualdad, Judith Romero, presentó la campaña ‘No es No’.

En la última mesa redonda del IV Congreso Internacional de Ocio Nocturno se trató un tema innovador como son las agresiones sexuales y el sexismo. La vicecónsul británica en Ibiza, Sharon Hodges, compartió los protocolos que lleva a cabo el Consulado Británico para ayudar a las víctimas de agresiones sexuales cometidas en la isla. Hodges aseguró que están yendo en aumento los casos de agresiones de tipo sexual «a chicas jóvenes, de madrugada tras una noche de fiesta, en el apartamento de la víctima o del agresor, con posible uso de drogas». También crecen los casos de abusos por parte de jóvenes de un mismo grupo de conocidos o de amigos. «La mayoría lo que quieren es ser creídas», aseguró Hodges.

Por otro lado, Ana Burgos, portavoz del Observatorio Noctámbulos, recogió los tres mitos que circulan sobre las agresiones sexuales en el ámbito de la noche. El primero, que estas son la consecuencia del consumo de alcohol y drogas. El segundo, que la violencia sexual solo es aquella que implica una violación y fuerza física y el tercero que pone en duda que cuando una mujer dice «no», realmente esté pensando «sí o tal vez». Explicar a mujeres y hombres por igual que «en cualquier caso una mujer puede cambiar de opinión y que el abuso es siempre un delito, independientemente del contexto, es esencial para evitar estos hechos». Por último, Burgos destacó el problema del «consentimiento y del deseo, ya que muchas mujeres dicen que sí porque realmente no saben qué decir o por presiones sociales y ese tipo de violencia es difícil de demostrar o de denunciar», concluyó.

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La directora insular de Igualdad en el Consell d’Eivissa, Judith Romero, denunció que este tipo de comprotamientos están «muy normalizados» e instó a todos los sectores, en concreto al del ocio nocturno, a «visibilizar el problema y sensibilizar a la sociedad».

En este sentido, se explicaron campañas como el ‘No es No, Ibiza libre de agresiones sexuales’, la campaña británica del Té, o el protocolo ‘Pregunta por Ángela’: carteles colocado en los baños de los locales que sugieren a las chicas que se sientan amenazadas a denunciarlo en la barra a través de esta contraseña.