Ayer por la mañana, en la sede del Club Náutico Ibiza, el rostro de Pedro Cárceles, coordinador del programa ‘Un mar de posibilidades’, era una mezcla de alivio y satisfacción. Su permanente sonrisa se mezclaba con la alegría del que sabe que ha ayudado a 312 personas de Ibiza con necesidades especiales desde mayo y con la tranquilidad de haber terminado unos intensos meses de trabajo en la playa de Talamanca.

Por ello ayer era un día para hacer balance de lo que ha sido la decimotercera edición de este programa social que se ha convertido en todo un referente a nivel nacional. Algo que ha sido posible este año gracias a 14 trabajadores – 6 de ellos contratados –, 8 voluntarios, y el apoyo de sus patrocinadores: Consell d’Eivissa, los ayuntamientos de Ibiza, Santa Eulària, Sant Antoni, Sant Josep y Sant Joan y la Obra Social La Caixa, la Fundación Abel Matutes y Valoriza. En este sentido, Cárceles, tuvo palabras especiales de agradecimiento para el presidente y el director del Club Náutico Ibiza, Juan Marí y Mariano Arabí, por «su implicación en este proyecto social que permite acercar el mar a personas mayores, jóvenes y niños con necesidades especiales a través de actividades como kayak, snorkel o vela, darles la oportunidad de disfrutar de la naturaleza e incluso realizar jornadas relacionadas con el mundo del arte». No en vano, como siempre ha asegurado el coordinador y creador del programa, ‘Un mar de posibilidades’ parte con la filosofía de que «ninguna persona se quede fuera, independientemente de sus posibilidades económicas».

Balance muy positivo

Con respecto a la edición de 2017, Cárceles aseguró que ésta se ha cerrado «de forma muy satisfactoria por las cifras, y sobre todo por haber llegado a usuarios de talleres ocupacionales, centros y hospitales de día y salud mental, residencias y centros de día de personas mayores, centros de menores o asociaciones y organizaciones». De hecho, el coordinador del proyecto bromeó asegurando que «al ser actividades que ellos demandan y que tienen tanto éxito se hacen algunas trampas para venir a la playa de Talamanca».

Por último, Cárceles destacó que este año «se ha seguido creciendo», dando cabida a tres nuevos centros y una asociación y que se ha potenciado y mejorado actividades puestas en marcha en 2016. «Es increíble ver lo que aporta por ejemplo a personas con afecciones motoras que no tienen movilidad en la parte superior ni inferior de su cuerpo actividades como el snorkel o los masajes en la orilla y por eso entre todos tenemos que estar orgullosos de lo que estamos consiguiendo», concluyó Pedro Cárceles.