Los efectos del Brexit, que ya han comenzado a percibirse en el tramo final de la temporada, y las imprevisibles consecuencias que tendrá para Balears la cuestión catalana son dos de las principales preocupaciones sobre el futuro de Ibiza para el empresario Abel Matutes Prats.

«De cara a la temporada que viene estoy preocupado por el Brexit. La libra se ha pegado una ‘castaña’ importante y eso hace que un vuelo o un hotel le salga a un británico un 20% o un 25% más caro que antes», advirtió el presidente de Palladium Hotel Group durante la entrevista del programa Bona Nit Pitiüses de la TEF. Aunque este factor se estaría notando en las últimas semanas, donde «el británico que no había reservado antes ya no ha comprado con tanta alegría como lo hacía otros años», el empresario ibicenco tiene la esperanza de que mercados al alza como el ruso o el americano «ayuden a compensar la posible caída del británico», sobre todo en el sector del lujo.

En referencia a la amenaza separatista en Cataluña, Matutes considera que es «un ruido que no da buena imagen a España», por lo que se muestra escéptico sobre sus efectos sobre Ibiza: «Si esto se alargase mucho seguro que le iba a ir muy mal a Cataluña, pero no sé si Balears se beneficiaría o parte de la cola del huracán catalán le podría pegar». En este sentido, el primogénito del exministro Abel Matutes Juan aseguró que los hoteles que la cadena posee en Barcelona «han notado una bajada importante de las reservas y de las tarifas» en el último mes y medio.

Turismo de lujo

Matutes admitió en la entrevista del BNP que la senda del futuro para Ibiza «es el turismo de lujo» e hizo hincapié en la necesidad de «diferenciarse» de otros destinos con menores costes laborales y mayores cuotas de beneficio, tales como Egipto. «Cuando esos destinos se calmen, harán no competitiva a Ibiza», resumió. Para contrarrestar este posible efecto, explicó que la isla necesita deportes de ‘invierno’ como el golf así como mejorar el turismo de compras [shopping] con el objetivo de conseguir alargar la temporada, contagiando así a otros segmentos como el gastronómico.

En relación a los costes laborales para las empresas turísticas, el fundador de hoteles como Ushuaïa Ibiza o Hard Rock criticó el nuevo convenio de hostelería, que prevé un aumento salarial del 17% a lo largo de los cuatro próximos años. «Sinceramente, esto no son buenas noticias. Desde el momento en el que tú haces un aumento que es mucho mayor del que puedes repercutir al cliente final, pues ahí pierdes margen», argumentó.

Tampoco defendió el impuesto del turismo sostenible, una tasa que en su opinión «impacta más en el turista medio y familiar». Además, pidió a las administraciones insulares a que «luchen por un mejor reparto».

Por contra, Matutes felicitó al Consell d’Eivissa por estar adoptando «una serie de medidas destinadas a controlar la oferta no reglada» que ya habrían tenido sus efectos esta temporada. «Eso puede haber rebajado la presión de gente en Ibiza en julio y agosto sin afectar tanto a los hoteles», señaló. Esta circunstancia, según Matutes, ha hecho que descienda «la sensación de saturación» y que «hayan convivido bien residentes y turistas».

El empresario ibicenco afirmó que la temporada ha sido «muy buena» para sus negocios aunque reconoció que están analizando si el bajón en los meses centrales del verano «ha sido por un tema de precios». «Tenemos que conseguir todos que la percepción del cliente sea que te están ofreciendo más de lo que están pagando», subrayó. Por último, Matutes aseguró que la primera temporada de la discoteca Hï –antiguo Space– «ha sido un poquito mejor de los esperado».