La edad de inicio de consumo de alcohol en menores en Ibiza es a los 13 años y la de cannabis, a los 14 años. Son datos facilitados ayer por el responsable del departamento de Educación y Plan de Drogas del Ayuntamiento de Vila, Iván Castro, en la mesa de diálogo organizada por la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPA) y que han puesto en alerta a las familias de la isla.

Participaron en esta iniciativa representantes del Consell d’Eivissa, de los cinco ayuntamientos de la isla, centros educativos de Secundaria, educadores sociales, Policía Local y asociaciones como la CAEB, la PIMEEF y Ocio de Ibiza.

El objetivo es crear una plataforma o grupo de trabajo para conseguir, con la implicación de todos, prevenir el consumo de alcohol en menores.

La presidenta de la FAPA, Pepita Costa, alertó de que las actuaciones «aisladas» que se están llevando a cabo en los diferentes ámbitos «no son suficientes» porque «año tras año sigue aumentando el consumo». «Tiene que haber una lucha más firme y poner cara a este grave problema», aseguró Costa, quien se mostró «satisfecha» por el resultado de este primer encuentro, en el que propuso una serie de bases para afrontar esta situación trabajando con todos los elementos involucrados: jóvenes, familia, centro educativo y municipio.

Implicación social

En este sentido, destacó la importancia de implicar al conjunto de la sociedad en esta problemática, hacer evidente que la normalización del consumo es responsabilidad de todos, devolver la responsabilidad a los padres y madres sobre las conductas de los jóvenes y trabajar para que se apliquen las normativas. «Si conseguimos implicar más a las familias, a las industrias y a los municipios será un impulso importante», señaló.

En un análisis de la situación actual, los expertos destacaron como uno de los principales problemas la normalización del consumo de alcohol en la isla. Iván Castro apuntó que en Ibiza esta normalización es «muy alta» hasta el punto de que «cuando llegas a la isla lo primero que te da la bienvenida es una marca de alcohol en el aeropuerto». «Además, hay que tener en cuenta que, en la adolescencia, la familia deja de tener peso y es la sociedad y el grupo de iguales quienes tienen una influencia importante», añadió.

En este punto, el presidente de la Asociación Ocio de Ibiza, José Luís Benítez, explicó que se han dado pasos en este sentido ya que en los carteles de las discotecas ya no aparecen bebidas alcohólicas y desde hace unos años se prohibe la entrada a menores de 18 años, aunque la ley permite el acceso a partir de los 16 años. En cuanto a restauración, el representante de la PIMEEF Restauració, Juanito Riera, aseguró que «hay que ser responsables» y «poner todas las dificultades posibles» para no vender alcohol ni tabaco a menores.

Pepita Costa destacó de este encuentro el «compromiso firme» de los restauradores y las salas de fiestas y discotecas a hacer «cumplir la normativa» para impedir el acceso de los adolescentes a las drogas. Entre las conclusiones también apuntó la necesidad de invertir más en formación para padres, limitar la publicidad o aumentar la presencia del policía tutor en los municipios. «En verano desaparecen y es cuando los menores tienen más tiempo libre», resaltó Costa.

Por su parte, la responsable del Centre d´Estudi i Prevenció de Conductes Addictives (CEPCA), Belén Alvite, explicó que está en marcha un nuevo estudio sobre el consumo de drogas en jóvenes en el que participarán 4.000 alumnos de Secundaria y 18 centros con la novedad que esta vez participan los de 12 años. El último es de 2012, por lo que se podrá analizar «el progreso de consumo en los últimos años».