El juicio se celebró ayer en el juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza. | Archivo - Periódico de Ibiza

La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, dejó ayer visto para sentencia el juicio contra un hombre para el que la Fiscalía solicita dos años de cárcel por un delito de lesiones en el ámbito de violencia sobre la mujer, mientras que la defensa pide la libre absolución ya que no hay denuncia por parte de la víctima y la lesión «fue fruto de un forcejeo».

Los hechos juzgados ayer ocurrieron el pasado día 14 en el domicilio familiar. El acusado explicó que tras mantener una discusión con su pareja, se marchó de la casa pero regresó para coger el teléfono. Relató que su mujer tenía el móvil y no se lo quería entregar, desencadenándose un forcejeo que acabó con la mujer golpeándose con el quicio de la puerta. «Yo no le agredí ni empujé. Fui yo quien la llevó al hospital», señaló.

La mujer fue atendida en Can Misses por una brecha en la frente que requirió de asistencia médica. Fue en el hospital donde la mujer advirtió a la doctora que había recibido un empujón.

Ayer la mujer declaró que habían mantenido una discusión y que en el lance se golpeó en la frente: «No me empujó, forcejeamos», señaló ayer en la vista oral. Tras esta afirmación, la fiscal le inquirió que en Urgencias señaló que había recibido un empujón. Ante esta pregunta, la mujer declaró que lo hizo porque «estaba enfadada. Llevamos once años juntos y no quería que se marchase porque estaban las niñas. Todo esto es una pesadilla para los dos», indicó la mujer. La sala también escuchó el testimonio de dos policías y de la médico que atendió a la mujer. La doctora indicó que le tuvo que poner 5 puntos de sutura.

La fiscal mantuvo la petición de dos años de prisión ya que, según recalcó, la versión exculpatoria de la mujer está motivada por los hijos en común que tiene la pareja. Por su parte, la defensa reclamó la absolución del acusado ya que «no hay testigos, no hay denuncia, fue un forcejeo. La Policía ha estudiado el caso y no hay riesgo. Estamos llevando esto demasiado lejos».