Un compromiso con la «mejor profesión del mundo» y una llamada a la mejora de la Justicia y de las condiciones de los letrados «que somos los encargados de recurrir la prisión preventiva, una medida excepcional». Son algunos de los mensajes lanzados ayer por el decano del Ilustre Colegio de Abogados de las Illes Balears, Martín Aleñar, durante el acto de celebración de la fiesta colegial anual de la abogacía de Ibiza y Formentera.

Este año, el acto se celebró en la sede de la Universidad de las Illes Balears y congregó a más de un centenar de personas. Un año más, el encuentro arrancó con la entrega a Cáritas Ibiza de un ‘cheque solidario’ de 2.000 euros con el que la corporación colegial contribuye al desarrollo de los proyectos de ayuda social que impulsan esta organización en las Pitiusas. «Gracias a Cáritas Ibiza por estar siempre ahí», subrayó Aleñar, quien añadió que el encuentro anual supone una triple celebración. Así, durante el acto se llevó a cabo la jura e imposición de togas a un total de 21 nuevos letrados, se reconocieron los 25 años de pertenencia al ICAIB de seis abogados de las islas y también se reconoció el trabajo de la abogacía de oficio.

Imposición de togas

El ICAIB reconoció con una placa la dedicación, entrega y contribución de Ana Medina, Juan José Tur y Gabriel Torá al buen funcionamiento del servicio de justicia gratuita de la isla.

Sorá, en representación de los abogados reconocidos, agradeció el reconocimiento al turno de oficio, «una labor que no es valorada en ninguno de los sentidos, incluido el económico».

Acto seguido, el ICAIB distinguió con la insignia de plata a seis colegiados que este año cumplen 25 años en la institución. El decano Martín Aleñar hizo entrega de la distinción y de un diploma a los abogados Eva María Cardona, María del Carmen Marí, María Cristina Marí, Ana Medina, Vicente Tur Cardona y Miguel Ángel Torres. Este último, tomó la palabra en representación de los letrados reconocidos y destacó los principios que le inculcaron en su día de ser «justo, honesto y generoso».

El grueso del acto vino marcado por la jura o promesa e imposición de togas a 21 letrados, momentos que fueron muy aplaudidos e inmortalizados por los presentes.

Los 21 nuevos colegiados juraron o prometieron «ejercer la labor de abogado de buena fe, con libertad e independencia, prometiendo acatar la Constitución y el ordenamiento jurídico».