La presencia de residuos en zonas públicas, la falta de transporte público y de aparcamiento y el ruido constituyen los principales puntos débiles de Vila, según los resultados de la encuesta Eivissa Participa que el Ayuntamiento puso en marcha este mes para conocer, a través de su página web, las quejas de los vecinos de la ciudad.

Por aplastante mayoría, un 61,54 por ciento, los ciudadanos de Vila consideran que el principal problema de la ciudad es la gestión de los residuos, especialmente por la basura y los escombros que se acumulan en algunos solares de la ciudad.

También la falta de limpieza y el mal estado de algunas calles centran las quejas de los residentes. En concreto, los vecinos se quejan de que algunas zonas verdes sean utilizadas como ‘pipican’ por algunos propietarios de perros, que no recogen los excrementos de sus mascotas, con el consiguiente problema de olores que genera, especialmente en verano.

Respecto al estado de las calles, un vecino propone cambiar las deterioradas baldosas de las calles Madrid, Fra Vicent Nicolau, Vicent Serra, Sant Cristòfol o Abad y Lasierra. «Las aceras de estas calles tienen distintas tipologías de baldosas, lo que hace que el suelo no sea regular, haya riesgo de caídas y el aspecto sea siempre sucio a pesar de que se limpien con agua a presión», explica. También el estado del antiguo empedrado de Dalt Vila es motivo de queja «por la cantidad de personas que patinan y se caen».

Otro de los talones de Aquiles de Vila es la falta de transporte público, una carencia que comparten el 23,08 por ciento de los participantes en la encuesta, seguida de la falta de plazas de aparcamiento (7,69 por ciento) no solo en el centro de la ciudad sino también en otras zonas como la playa de Talamanca. En este sentido, los ciudadanos insisten en que, debido a la mala combinación para llegar a la playa en autobús, se ven obligados a ir en sus vehículos privados y se quejan de que aparcar en la zona «es imposible».

Respecto a las mejoras por barrios, un ciudadano propone la construcción de una escalera mecánica que conecte de Puig des Molins con la avenida de España para facilitar la movilidad de los vecinos de un barrio que tiene fuertes curvas y pendientes y que «sufre un considerable aislamiento». Entre las reivindicaciones de un vecino de Puig des Molins, se encuentran la construcción de aceras más anchas para garantizar la seguridad de los peatones en una zona con mucho trasiego de vehículos.

En el plano deportivo, se reclama una mejora de las instalaciones de la piscina de Can Misses, en concreto la reparación de las duchas cuyo estado «es lamentable, se han quedado obsoletas y se encuentran muy deterioradas».