Rosa Planells Planells es una de la profesionales del Área de Salud de Ibiza y Formentera que ha trabajado en los tres hospitales públicos que ha tenido la isla. Primero en S’Ambulatori, después en el antiguo hospital Can Misses y ahora en el nuevo. Pediatría fue durante muchos años su destino, pero desde mediados de los 90 está inmersa en el mundo sindical. Una vez a la semana trabaja en el Banc de Sang i Teixits de Balears. «Al menos tengo contacto con la sanidad, aunque sea con los donantes», apunta.

¿Cómo fue eso de pasar de la actividad asistencial en Pediatría al sindicato?

__Estando en Pediatría estábamos la ATS y la auxiliar de enfermería. Me dio la vena sindical porque vi mucha desigualdad de un servicio a otro, diferencia de sueldos con otros profesionales y de días libres. Me metí para levantar el ánimo de los auxiliares de enfermería. Me dedicaba cinco días al sindicato y los otros seguía en mi trabajo en Pediatría.

Pero después se dedicó al completo al mundo sindical.

__Totalmente liberada llevo 15 o 20 años luchando.

¿No ha pensado nunca en regresar a la actividad asistencial?

__Me gustaría mucho y sobre todo ahora que tengo mi puesto en reserva en Paritorio.

Sabe que los sindicalistas tienen cierta fama de no trabajar.

_Pues yo les diría que vengan un día o dos y se darán cuenta de que no es así.

¿Cómo fue su primer día de trabajo?

__Para mí un poco caótico; no sabes donde están las cosas. Ser novata es muy malo, pero lo viví con mucha ilusión.

¿Recuerda cuál ha sido su mejor experiencia en el trabajo?

__Mi mejor experiencia ha sido siempre en Pediatría. Cuando ves a los neonatos tan chiquititos que pesan 1,800 kilos y luego los ves que se van con 2,500. Eso es lo mejor.

¿No da muchas satisfacciones el sindicalismo?

__Como esas no [risas]. En el sindicalismo consigues algo en un año, pero viene otro político y te arrebata todo lo que has logrado. No te da tantas alegrías. Nos hemos dedicado mucho a pedir mejoras para la sanidad, como la UCI. Hemos estado muy implicados para que el Área de Salud tuviera buenos profesionales e instalaciones y eso tiene su satisfacción.

¿Su peor experiencia?

__Como sindicalista recuerdo una vez que hicimos una huelga de auxiliares de enfermería porque nos habían dejado de lado de una partida económica. Fue un fracaso total y me fui llorando a casa. No nos dieron el dinero, por supuesto. Esa fue mi peor experiencia. Dije que me iba por la trabas de la administración. Éramos un sindicato muy pequeño pero ahora ya no, gracias a Dios, y somos la tercera fuerza en la mesa sectorial de Balears.

Pero siguió en el sindicato.

_Sí, me convencieron mis compañeros. Sigo por ellos.

¿Qué le hubiera gustado ser si no hubiera elegido la sanidad?

__Me hubiera dedicado al Derecho. Hubiera sido abogada, pero me tiraban más los pacientes.

¿Y su faceta de actriz?

__Hemos estado 18 años haciendo obras de teatro con Atrezzo para pacientes y familiares en el hospital Can Misses. Luego nos llamaban de las residencias. Empezamos a ser un poco mayores y se disolvió. No teníamos navidades. Era ensayar, ensayar y ensayar. Mucho trabajo. Uno de los actores se murió muy joven y nos dejó un poquito como deprimidos. Le pasamos el testigo a los jóvenes.

¿Qué le ha aportado su trabajo?

__Mucha plenitud. Me gusta estar con el paciente, con los niños en los servicios de Pediatría y Paritorio. Mientras vea que puedo arreglar cosas y siempre hay cosas que resolver. Después de tantos años de experiencia he aprendido mucho, me cuesta dejarlo. Todo lo que he aprendido me está aportando cosas en positivo.

¿Tiende a morderse la lengua o no se calla como buena sindicalista ?

__La verdad es que cuando estoy en reuniones no me callo ni una. A lo mejor con la prensa me muerdo la lengua [risas]. Con los directivos no me callo. Tengo fama en Can Misses de decir lo que pienso.

¿Le ha supuesto algún problema?

__Sí, varios.

¿Cómo cuáles?

__Algunos nos chillaron, nos cerraron puertas y negociaciones. Eso fue en el pasado. Por fortuna, ya no están, se han ido. Yo les digo que cuidadito con el puesto que es de poca duración y los sindicalistas si nos votan, seguimos. Pero bueno, eso es sindicalista el no morderte la lengua.

¿Siente reconocido su trabajo?

__Sí, mucho. Incluso por alguna dirección de enfermería y gerencia, otros que no. Siempre te lo reconoce más la izquierda que la derecha, pero sobre todo es muy reconocido por los trabajadores que son los que votan.

¿Para negociar es más fácil con un hombre o con una mujer?

__Ha habido muy poquitas mujeres en la Gerencia. Con la nueva gerente, Carmen Santos, tenemos ahora una reunión. Nos han dicho que es un poco dura, pero ya lo veremos.