Sensaciones positivas entre los hoteleros ibicencos que participaron ayer en la segunda jornada de la World Travel Market. La gran mayoría opina que en 2018 mantendrán los niveles de esta pasada temporada aunque sin dejar de mirar a países emergentes como Grecia, Túnez o Turquía que empiezan a despertar del parón de los últimos tres años y que, especialmente a medio plazo, volverán a ser competencia directa de las Pitiusas.

De cara a la próxima temporada, los establecimientos hoteleros de Ibiza apuestan por mantener los precios y frenar así la escalada que se ha registrado en los últimos años con el objetivo de no perder clientes frente a otros destinos emergentes mucho más baratos.

Desde la cadena hotelera Playasol, su director general, Antoni Domenech, apostó por ser «cuidadosos» con una subida de los precios de cara a la próxima temporada que, según dijo, se debería limitar al aumento por el IPC. «No es adecuado hacer subidas importantes porque hay que tener en cuenta que estamos ya en niveles de precio muy altos», afirmó.

El convenio de hostelería, que prevé una subida de los sueldos del sector de un 17% en tres años, supone «una barbaridad que no es asumible», en opinión de Domenech, aunque aseguró que «difícilmente» tendrá un impacto en el precio que pague el cliente.

Otra de las opciones que se barajan es subir los precios únicamente en los meses de principio y final de temporada porque, como señaló Abel Matutes Prats, director general de Palladium Hotel Group, en temporada alta «ya han tocado techo». «Si conseguimos tener una temporada más larga y fuerte como este año seguramente hay margen para intentar subir precios en junio, mayo o septiembre», afirmó.

Contención

La experiencia de la pasada temporada, calificada por la mayoría de empresarios como «atípica» por la bajada de la ocupación durante julio y agosto, también es otro de los motivos que está convenciendo de la necesidad de frenar los precios. Según señaló Lucas Prats, director de Fomento de Turismo, «ha sido una temporada que ha tenido algunas dificultades en ciertos momentos y muchos empresarios no harán subidas de precios espectaculares, salvo algunos que hayan hecho reformas importantes o hayan cambiado de categoría».

Carmen Ferrer, concejal de Turisme de Santa Eulària, afirmó que la próxima temporada los precios «no subirán al mismo ritmo que en años anteriores». Ferrer alertó que unos precios excesivamente elevados influyen sobre todo en el turismo familiar y apostó por dar una oferta «de mayor calidad» para poder competir con otros destinos más baratos que también tienen sol y playa.

En cuanto a las perspectivas de la temporada que viene en relación a la recuperación de mercados competidores, el director general de Playasol se refirió a las buenas expectativas que le han transmitido durante esta feria londinense los responsables de Jet2.com, uno de los touroperadores de referencia en Reino Unido. El mercado británico, como señaló, «sigue apostando por Ibiza», lo que se traducirá el próximo año en un aumento del número de vuelos a Ibiza y de frecuencias. «Yo soy optimista al igual que lo fui el año pasado, sobre todo con el mercado inglés. El aumento de vuelos es clave para nosotros y además se está alargando el principio y el final de la temporada», señaló. Respecto a la competencia de los países emergentes, Domenech explicó que las grandes compañías empiezan a operar en Turquía, pero en el resto de países del norte de África y el medio oriente «todavía están sufriendo mucho porque no tienen ni programación ni vuelos grandes». En este sentido, afirmó que estos destinos funcionan de momento únicamente en mercados más baratos, como el ruso o el polaco. «En los mercados tipo Ibiza no tiene prácticamente incidencia», apuntó.

Por su parte, Alejandro Sancho, de Invisa Hoteles, destacó la disminución de ventas de un 10% entre algunos touroperadores, aunque también insistió en que «todavía es pronto» para hacer una previsión porque el grueso de las ventas se produce entre los meses de noviembre a enero.

Diversificación

Sancho alertó de la posibilidad de que el mercado británico disminuya ligeramente en 2018, por lo que señaló la necesidad de plantear una «diversificación» de los mercados y dirigirse a otros países como los escandinavos. «Ibiza se tiene que poner las pilas», recalcó el responsable de Invisa Hoteles, quien apostó por «animar a los touroperadores a que empiecen a volar antes, desde el 1 de abril». El mercado holandés, según apuntó, «seguirá subiendo aunque parezca increíble», no al ritmo de un 25% o 30% de los últimos años pero sí un 10% de cara a 2018.

Por su parte, Francisco Collado, director comercial de Ibiza Gran Hotel, aseguró que las ventas para la próxima temporada van «igual o incluso un poco mejor» que el año pasado. «Un claro indicativo es que tenemos confirmación de reservas de grupos de incentivos y de congresos. Es un termómetro que las empresas apuesten por nuestro destino sin miedo a Cataluña o al Brexit», señaló. Sin embargo, se mostró «cauteloso» por la posible competencia de los destinos emergentes, frente a los cuales apostó por «seguir ofreciendo un nivel de servicio de calidad y una política conservadora de incremento de tarifa», a lo que añadió la posibilidad de alargar más la temporada que, en el caso de Ibiza Gran Hotel, permanecerá abierto en 2018 hasta el 27 de octubre.

Lucas Prats, presidente de Fomento de Turismo, auguró «un cierto mantenimiento de la actividad turística» de cara a la próxima temporada, aunque nombró el «potencial de crecimiento» que tienen países como Grecia, Turquía o Túnez.