Maria Tur Ribas preside la Asociación de Sant Agustí desde hace dos años. | Idoia Sala

La Asociación de vecinos de Sant Agustí destaca por la organización de actividades culturales y la defensa del patrimonio, aunque tal como recuerda la presidenta Maria Tur también tienen sus reclamaciones como el arreglo de caminos y paredes o la mejora de la limpieza.

— ¿Cuándo se creó la asociación y con qué motivo?

— Se fundó el año 1989 y casualmente yo era la más joven de la asamblea y me tocó hacer de secretaria. Desde entonces siempre ha tenido actividad. Se creó para aglutinar al pueblo y hacer cosas juntos o para reclamar mejoras, porque hasta entonces no se habían hecho inversiones a parte de las fiestas del pueblo. Hoy en día tenemos mucha actividad social.

— Actualmente, ¿cuál es la principal reclamación que hacen desde la asociación?

— Venimos de una época de mucha intensidad de reclamar conservación de patrimonio cultural y rural. Reivindicamos pero también hacemos propuestas. Por ejemplo, queremos conservar caminos rurales y hemos hecho charlas y una exposición de técnicas alternativas al asfalto o conservación de paredes de piedra ahora que se está promocionando la pared de piedra seca como Patrimonio de la Humanidad.

A nivel cultural, estamos recuperando personajes que han tenido alguna relevancia. El fruto de este trabajo fue el premio Sant Jordi de promoción cultural que nos dio el Institut d’Estudis Eivissencs por la recuperación de la figura de Pep Xico Bet, que hizo canciones populares que UC recuperó y promocionó sin saber que eran suyas. También intentamos mantener una serie de actividades arraigadas a la isla como la trencada de Tots Sants.

— ¿Cuáles son las actividades más destacadas que realizan durante el año?

— En el centro cultural de Can Curt cada mes hacemos algo relacionado con nuestra cultura y nuestra gente. Intentamos dar bastante protagonismo a la gente mayor. Por ejemplo, ahora estamos recopilando vivencias de personas mayores relacionadas con varios momentos históricos. También tenemos un concurso de glosses i estribots que hace unos ocho años que hacemos de forma anual. Tenemos también la asamblea y paella, que se hace desde hace 30 años, la Cantada a sa Serena que se celebra desde hace once años o el concurso de fotografía que se creó en homenaje a Vicent Trull. El taller de encordar i fer senalles también es para destacar porque ya hace cuatro años que lo hacemos. Durante dos años hicimos la Cursa de sa Garrova pero es muy complicada su organización porque necesitas muchos permisos y ahora la tenemos en paréntesis.

— ¿Hay mucha implicación de los vecinos para tirar adelante todas estas iniciativas?

— Somos una junta directiva de doce personas y cada uno tiene una sensibilidad y entre todos hacemos proyectos muy chulos. Somos 450 socios y como cada cuatro años se renueva la junta al final todo el pueblo ha pasado por la asociación. Hemos creado una red muy intensa y aunque no estén en la directiva todo el mundo colabora. Hacemos una asamblea anual con paella y vienen entre 200 y 300 personas.

— Sant Agustí es un pueblo pequeño pero atrae a mucha gente, sobre todo en sus fiestas. ¿Qué tienen para que sean una de las más esperadas de la isla?

— Que sean en verano hace mucho, pero también a partir de los años 90 cogieron mucha fuerza porque venían cantautores y se creó una energía que aún dura. Colabora mucha gente y el programa es amplio y diverso. Este año aprovechamos para inaugurar el aljub que restauramos con los presupuestos del Consell a través de la campaña Apadrina Patrimoni. Desde la asociación también apadrinamos hace siete años dos pozos a través de este programa para restaurar bienes patrimoniales.

— ¿Las administraciones atienden normalmente las peticiones de los vecinos de Sant Agustí?

— El problema más grande que nos encontramos es que las subvenciones siempre van muy relantizadas y aún estamos esperando las subvenciones de 2016. Tenemos un remanente de hace unos 20 años y tiramos de este dinero. Los vecinos pagan una cuota de 15 euros anuales que se van en la paella gratuita que organizamos cada año.

— ¿Qué mejoras necesita el pueblo de Sant Agustí?

— Tenemos hilo directo con el Ayuntamiento y suelen cumplir con lo que pedimos, independientemente del partido que gobierne. Ahora estamos haciendo las propuestas para 2018 y se necesita arreglar paredes y caminos. También uno de los problemas son los puntos de recogida de basura, es un tema recurrente, pero hay una serie de puntos negros en el pueblo donde la gente va a tirar basura y nos gustaría que se tomara alguna medida para que no se siga repitiendo, ya que cada vez es peor. Por otra parte, también hace falta mejorar la limpieza. Hay una reclamación permanente que es mantener el edificio de la Escola de Música de Can Blau, ya que la consideramos nuestra. De forma dispersa hay demandas de señalización o mejoras de caminos que se van haciendo.

— Recientemente hubo una cadena de robos en casas de Sant Agustí, ¿hay preocupación entre los vecinos?

— Este año a la asociación no ha llegado esta preocupación. El año pasado sí que fue más exagerado. En mi barrio, por ejemplo, entraron en todas las casas y detuvieron a una banda. Fue en verano y no nos organizamos para hacer cuadrillas como en otros puntos de la isla, pero nos avisábamos por el móvil cuando veíamos una moto o un coche sospechoso.

— ¿Cómo se ha conseguido mantener Sant Agustí?

— Sant Agustí se ha conservado aunque cuesta porque hay gente que le gustaría que creciera y se convirtiera, sin ofender, en un Santa Gertrudis. En algún momento se tendrá que discutir, pero la mayoría de gente queremos que se conserve.

RECLAMACIÓN

Sin respuesta para alternar el trazado de la la línea 8 de autobús

Los vecinos de Sant Agustí hicieron una reclamación ante el Consell d’Eivissa para alternar los horarios de la línea 8 que cubre el recorrido Sant Antoni-Sant Josep-Ibiza. La presidenta de la asociación recuerda que la institución cambió el trazado para dar cobertura a los centros educativos y deportivos, pero a consecuencia «hay gente que se ha quedado colgada, sobre todo, gente mayor que no conduce». «Hay un núcleo en Sant Josep y otro en Sant Agustí que se ha quedado desconectado porque se han anulado de estas zonas hasta siete paradas», apunta Maria Tur, que considera que de los 15 servicios diarios que hace el bus se podría alternar algunos de los horarios. Desde la asociación lamentan que desde marzo no hayan recibido respuesta a la petición y recuerdan que el cambio de trazado se hizo «sin informar» previamente, lo que enfadó mucho a los vecinos.