Juan Polo y Catalina (Cabolafuente, Zaragoza, 1777-1814) fue un aragonés que se doctoró en la Universidad Literaria de Zaragoza y que en el año 1799 anduvo por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de la misma ciudad. Se especializó en jurisprudencia comercial y escribió sobre ese asunto algunos libros entre los que destaca por su buena acogida y novedad el titulado Censo de frutos y manufacturas de España e islas adyacentes que publicó en ese mismo año de 1799 y que le permitió ser muy bien recibido en los ambientes ilustrados, reformistas y luego liberales. De hecho, acabó siendo oficial número 10 del Departamento del Fomento y Balanza, llegando a cobrar 10.000 reales de por aquel entonces. Además, Polo y Catalina fue un adelantado a su época en muchos temas hoy cotidianos, como el asunto de las balanzas fiscales o balanzas de pago de regiones enteras, un tema tan de actualidad en la España autonómica y visceral de hoy.

En 1803 dejó su Aragón natal y se fue a Madrid donde hizo buenas migas con Tomás López, que tenía cerca de la Puerta del Sol un célebre gabinete cartográfico en el que levantaba mapas, no yendo a los sitios sino comparando unos mapas con otros y leyendo los informes geográficos y descriptivos que le mandaban de las guarniciones militares de muchos los puntos de España. En aquel momento, Polo razonaba que para que la economía y la agricultura floreciera lo primero era saber cuánto medía cada territorio de la vieja piel de toro, pues apenas se tenían datos entonces de la superficie de nuestro país, y por ello fue uno por uno triangulando los territorios peninsulares con sus islarios para luego juntar los mapas en un volumen manuscrito que se encuentra en la Real Academia de la Historia de Madrid y que lleva por título Planes que han servido para averiguar la superficie de las Provincias de España, y de sus Islas adyacentes.

Triangulaciones

¿Cómo calculaba Polo la superficie de un territorio?. Pues cogió los mapas de gabinete, no hechos sobre el terreno, levantados por el geógrafo y cartógrafo madrileño Tomás López de Vargas Machuca, los perfiló y luego a través de un sistema de triangulaciones fue calculando la superficie de cada sitio. Siguiendo este sistema levantó un total de 43 láminas con perfiles geográficos en los que calcula la superficie de casi todas las regiones españoles y por supuesto del archipiélago balear. Llama la atención sin embargo que entre estos mapas no esté Formentera a pesar de que el propio López hiciera uno que se imprimió en 1782, que también se guarda en la Academia de la Historia, y que vendía en su tienda de mapas que estaba en pleno centro de Madrid, en la calle Carretas, al lado de la Puerta del Sol.

Polo puso a aplicar sus conocimientos de trigonometría rectilínea, longimetría, planimetría y estereometría a la isla de Ibiza, dibujando, según los expertos de la Academia de la Historia, «por el método de triangulación planimétrica 226 triángulos». Aparte están trianguladas las islas de Tagomago «con 12 triángulos», sa Conillera con 7, es Vedranell con 4, es Vedrà y s’Illa des Bosc con 1, la s’Espartar con 5, la d’en Calders con 2, la de Botafoc con 2 y las de s’Illa Plana y s’Illa Grosa. En el ángulo superior izquierdo se lee Ibiza.

El mapa está dibujado a lápiz sobre grueso papel verjurado; la numeración y la cuadrícula rectangular en tinta de bugalla. El papel tiene la marca de agua «J. Whatman. 1794», haciendo referencia a una dinastía de papeleros ingleses que hacían papeles de gran calidad.

¿Qué superficie tenía Ibiza según está técnica?: no lo he podido averiguar y créanme que he intentado documentarme al respecto.

Tomás López de Vargas Machuca, autor de un Mapa de Formentera impreso en el año 1782

Tomás López de Vargas Machuca (Madrid, 1730-Madrid, 1802) fue un geógrafo y cartógrafo español del período ilustrado que escribió entre otras los Principios Geográficos aplicados al uso de mapas en 1775, y la Cosmografía abreviada. Uso del globo celeste y terrestre en 1784.

Hijo de toledanos inició sus estudios en el Colegio Imperial de la capital española, donde aprendió matemáticas, gramática y retórica. En 1752 siguió su formación en París gracias al mecenazgo del marqués de la Ensenada, y allí estuvo acompañado hasta 1760 por, entre otros, Juan de la Cruz Cano y Olmedilla, Manuel Salvador Carmona y Alonso Cruzado. Además, tuvo por maestro al gran geógrafo Juan Bautista Bourguignon d’Anville y se casó con María Luisa Gosseaumé y Doré.

De nuevo en España, recibió el título de geógrafo de los dominios de Su Magestad y fue colocado al mando del Gabinete de Geografía creado por Carlos III. Allí trabajó en el levantamiento de mapas de las regiones de España. En 1795, propuso a Godoy la creación del Gabinete Geográfico para recoger toda la cartografía de España existente, y éste también le encargó el Atlas geográfico de España, que fue terminada y publicada por sus hijos, en 1804, un año después de su muerte.

López gozó de un importante reconocimiento en vida. En 1764 fue nombrado miembro de la Real Academia de San Fernando, en 1773 miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y de la Academia de Bellas Letras de Sevilla, y en 1776 de la Real Academia de la Historia y de la Real Sociedad Asturiana de Amigos del País.

Su obra consiste en más 60 mapas, destacando:

1762: Plano geométrico de la ciudad de Gibraltar y Mapa de la Luisiana

1771: Mapa de África

1774: Carta de Tierra Santa; Itinerario de D. Quijote; Mapa de la Tierra de Promisión

1775: Mapa de los Reinos de Marruecos, Fez, Argel y Túnez y Principios Geográficos aplicados al uso de mapas

1777: El Mapa de la «Parte de Chile», donde pasaron los famosos hechos entre españoles y araucanos

1784: Cosmografía abreviada. Uso del globo celeste y terrestre y Mapa geográfico del Reyno de Galicia

1792: Atlas elemental moderno, o colección de mapas para enseñar a los niños geografía

1804: Atlas geográfico de España