El decreto por el que se exigirá el catalán a los profesionales sanitarios fue el principal tema de debate en el programa Bona nit Pitiüses de ayer entre los diferentes representantes de las principales formaciones políticas en Ibiza.

«Este pensamiento apocalíptico de que nos quedaremos sin médicos o sin profesores no pasará; ahora no pedimos el catalán y también nos faltan médicos», aseguró el socialista Simón Planells. Sin embargo, Joan Pantaleoni, del Partido Popular, aseguró que este decreto «es una piedra más en el camino que se pone en un sector básico como es el de la sanidad, además de la carestía de la vivienda o la poca posibilidad de promoción por no tener un hospital de referencia. Aquí se prioriza un tema político a uno asistencial y esto es una barbaridad».

Por su parte, Gian di Terlizzi (Podemos) aseguró que «es más importante la calidad del médico que el idioma que utilice» y explicó que Més per Mallorca «ha forzado una versión más dura del decreto, lo que considero que es un error». Jesús Rumbo, que también participó en el debate, también echó la culpa «a Més y a Francina Armengol, que quieren que seamos la quinta provincia de Cataluña», y añadió que «me indigna que perdamos el tiempo en estas tonterías cuando todavía seguimos pagando el parquin más caro de toda España y seguimos sin tener un acceso directo al interior del hospital».

Pantaleoni insistió en que el conocimiento del catalán debería ser reconocido «como un mérito; hay que coger al mejor sanitario no al que mejor hable el catalán, nos estamos pegando un tiro en el pie y este decreto no incentiva para nada la mejora de la calidad de los profesionales».

Además del decreto del catalán en la sanidad pública balear, otro de los temas que ayer noche se debatieron fueron los bajos resultados cosechados por los estudiantes ibicencos en el informe PISA, que se encuentran por debajo de los conseguidos por los escolares del resto de las islas. Para Gian di Terlizzi, las razones hay que buscarlas en «una falta histórica de inversión en educación y en un mayor porcentaje de alumnos nouvinguts» que en el resto de las Balears.

Por su parte, Jesús Rumbo criticó «la politización» en las aulas y aseguró que en los colegios «se ha perdido la referencia de que lo que tienen que hacer es dar formación, junto con el trabajo de las familias, que es educar». Para Rumbo, el decreto del trilingüismo aprobado en la pasada legislatura por el PP «fue una buena idea en el fondo aplicada con una torpeza infinita. Sin embargo, ahora sigue habiendo muchas deficiencias en educación y ahora no veo ni una camiseta ni verde ni azul ni roja ni amarilla».

Otro de los asuntos que se debatieron fue la entrevista concedida por el alcalde de Sant Antoni. Joan Pantaleoni aseguró que Pep Tur «siempre descarga las culpas. Arreglar las cosas en el bar lo sabe hacer todo el mundo pero cuando gobiernas te das cuenta de que no es así», mientras que Simón Planells, del PSOE, aseguró que Cires «ha puesto las bases del cambio en Sant Antoni».

En cuanto a los problemas internos del tripartito, Pantaleoni apuntó que el alcalde «va con mucho cuidado de enfadar a quien le mantiene» y añadió que «nadie se cree» que Juanjo Ferrer abandonara su puesto en el Ayuntamiento por motivos personales.