El avanzado estado de descomposición en el que se encuentra el cuerpo hallado en una planta baja de Sant Antoni imposibilita su identificación, situar la fecha del fallecimiento y hacer luz sobre la causa de la muerte. Así lo aseguraron ayer fuentes de la Guardia Civil tras las primeras pruebas realizadas por el Instituto de Medicina Legal y Forense de Ibiza.
En un principio todo apunta a que el cuerpo «momificado» hallado en un local del número 35 de la calle Soledad correspondería a Ángeles Planells, vecina de la isla de 69 años. No obstante, tras la realización de las primeras pruebas no se ha podido certificar que el esqueleto encontrado corresponda a la propietaria del local, una vecina de la isla que llevaba más de tres años desaparecida.
Fuentes de la investigación explicaron que para su identificación será necesario realizar unas pruebas de ADN y cotejarlas con las muestras de un familiar. Sería el caso del hombre que la mañana del jueves localizó el cuerpo, primo de Ángeles Planells.
Fuentes judiciales indicaron que el equipo de Medicina Legal de Ibiza recogió diversas muestras que han sido trasladadas al Instituto de Toxicología de Barcelona, centro especializado que será el encargado de llevar a cabo pruebas más exhaustivas para determinar la identidad del cuerpo y situar las causas y fecha de la muerte.
Hallazgo macabro
El hallazgo del cuerpo momificado se produjo la mañana del jueves cuando un hombre acudió junto a un cerrajero y un abogado a abrir una planta baja propiedad de la familia Planells. Nada más acceder al local advirtieron la presencia de un cuerpo en avanzado estado de descomposición. De hecho, según fuentes de la investigación, era un «esqueleto con algo de piel». Desde hace tres años, familia y amigos no tenían noticias del paradero de Ángela Planells y todo apunta a que se trata de esta vecina de Vila de 69 años. No obstante, el mal estado del cuerpo ha imposibilitado verificar la identidad de los restos.
La Policía Judicial de la Guardia Civil es la encargada de la investigación de esta macabra muerte. En la primera inspección ocular no se detectó que los restos presentasen algún signo de violencia y todo apunta a que la muerte se debió a causas naturales, pero este extremo deberá ser ratificado por la ampliación de la autopsia.
El bajo comercial donde fue hallado el cuerpo estaba repleto de basura. A pesar de este hecho y del mal estado del cadáver, apenas hacía mal olor. Conocidos de la mujer señalaron que siempre «iba arriba y abajo con bolsas llenas» y algunos achacaron este hecho a que padeciese un síndrome de Diógenes. En el escenario también habían envases de bebidas alcohólicas.