La finca de Can Toni d’en Jaume Negre acogió ayer la primera jornada de ‘GRANS i petits’, una iniciativa educativa de trabajo «intergeneracional» que consiste en crear y gestionar un huerto entre los niños y sus abuelos.

En el primer día de trabajo, según explicó una de las organizadoras, Emma Segura, participaron doce niños de entre 2 y 8 años de edad. Aunque tres de ellos fueron con sus abuelas, otras cuatro mujeres acudieron para «adoptar» a los niños sin abuela.

Niños y mayores rastrillaron las parcelas y plantaron plantas aromáticas, lechugas, ruca, cebollas o ajos para hacer un huerto ecológico al que han instalado una cerca para que los conejos no se coman lo plantado. «Los padres estaban sorprendidos. Niños y abuelas se ponían a trabajar sin decir casi palabra. Era una cosa instintiva», contaba la organizadora.

Los participantes en esta actividad podrán ir el último sábado cada dos meses para seguir cuidando el huerto hasta la cosecha.