Josep Costa reside y trabaja ahora en Cataluña. | (c) Sergio G. Canizares

Este jurista, politólogo y profesor ibicenco, vinculado a proyectos sociales y políticos como la Plataforma Antiautopista, Eivissa pel Canvi o Gent per Eivissa, figura en el puesto 17 de la lista de Junts per Catalunya por Barcelona, liderada por Carles Puigdemont. Es autor del libro O secessió o secessió. La paradoxa espanyola davant l’independentisme (Acontravent, 2017).

—¿No hay suficientes problemas en Ibiza como para ir a arreglar los de Cataluña?
—Yo soy de meterme en estas cosas y ahora que vivo y trabajo por aquí me ha salido esto. Me lo propusieron, no era nada que yo buscara, al menos conscientemente, y también es verdad que cuando te lo proponen y viendo la clase de persona que soy me hubiera costado encontrar razones para rechazarlo.

—Como buen ibicenco, ¿se hizo de rogar o le convenció enseguida Puigdemont?
—Cuando te cogen desprevenido haces preguntas y dudas, no sé si es hacerse de rogar pero sí que quieres que te expliquen qué es lo que esperan de ti y qué te ofrecen. No dije que sí enseguida.

—En la lista de Junts per Catalunya figura en el puesto 17, así que podríamos verlo sentado en el Parlament. ¿Qué cree que puede aportar?
—La gente que me ha propuesto lo podría contestar mejor pero es cierto que por mi formación y profesión alguna cosa sé de leyes, de procesos de independencia y de conflictos políticos en general. No creo que esté allí para dar grandes discursos sino porque tengo un perfil que puede ser útil por haber estudiado, escrito y analizado situaciones que en estos momentos pueden ser útiles.

—Usted, como el mismo Isidor Marí, en Ibiza siempre han estado vinculados a proyectos de izquierdas. ¿Le ha costado sumarse a una lista auspiciada por un partido como el de Puigdemont?
—No, porque no es una lista ideológica. El presidente lo ha dejado claro y ha buscado gente de perfiles diversos; son muchas las personas que tienen una trayectoria de izquierdas que han aceptado ir en esta lista. A pesar de que tiene el apoyo del partido de Puigdemont, no es una candidatura de partido porque la mayoría de los que van en los primeros puestos no son de este partido y el programa no será significativamente diferente al de Junts pel Sí, donde había gente de izquierdas. No es el momento de poder hacer una gran política social desde estas instituciones intervenidas, por lo que serán unas elecciones muy en clave de país y una legislatura que la cuestión nacional será predominante.

—¿Le gusta que el independentismo vaya en listas separadas o cree que hubiera sido mejor repetir la fórmula de Junts pel Sí?
—Le diría que la fórmula de lista unitaria sería mejor ahora que cuando se hizo Junts pel Sí, más necesaria quizás, pero tampoco pienso que afecte dramáticamente a los resultados.

— ¿En qué ha fallado el Govern de la Generalitat para que hoy Cataluña no sea independiente?
—Sustancialmente no puedes decir que te has equivocado cuando has intentado hasta el último día cumplir con tu programa electoral y asumir unos costes personales y unos sacrificios que no todos están dispuestos a asumir para ello. También es verdad que sabíamos que el Estado podría tener una respuesta contundente y pensábamos que había posibilidades de que las instituciones europeas no permitieran hacer según qué cosas y se han tolerado más cosas de las que pensábamos. Se ha pasado por encima de la movilización pacífica de la gente con una violencia que sabíamos que podía pasar pero que pensábamos que alguien lo pararía o que no se atreverían. Sabíamos que si el Estado respondía así la independencia sería más difícil pero no menos necesaria.

—Desde varios frentes independentistas se ha asegurado estos días que no hay suficiente apoyo social para conseguir la independencia. ¿Lo ve así?
—No, yo creo que no es el discurso para unas elecciones sino que tienes que ampliar los apoyos que tienes. Ahora sabemos lo que teníamos hace tres años y el que se manifestó en el referéndum del 1 de octubre, cada vez que se ha medido hemos tenido más apoyos. Creo que en estas elecciones todavía se pueda incrementar este apoyo y se va en la dirección de consolidar el apoyo necesario, no creo que en las puertas de unas elecciones podamos decir cuál es el apoyo que tenemos sino el que aspiramos a tener.

—También se ha comentado que no se tenían las estructuras de estado necesarias. ¿Se ha podido engañar a la gente en este aspecto?
—Había muchas cosas preparadas y las decisiones que se han tomado no estaban condicionadas por ello. La gente, cuando habla de estructuras de estado, no sé a qué se refiere exactamente pero la Agencia Tributaria está plenamente desarrollada, hay planes de lo que se tiene que hacer el día después; no es esta la razón por la cual no se ha hecho efectiva la declaración de independencia. La cuestión es que la gente no iba a enfrentarse a las fuerzas de seguridad del Estado con el nivel de violencia que han ejercido y el liderazgo político ha considerado que no estaba en condiciones de aprobar las medidas que se tenían que poner en práctica porque nadie estaba preparado para una confrontación violenta con el Estado y sus fuerzas armadas.

—¿Cataluña puede ser independiente sin negociar con el Estado y sin apoyos internacionales?
—La pregunta es en qué momento se llevará a cabo la negociación. No ha habido ningún proceso de independencia sin que haya habido alguna negociación en algún punto; las independencias más radicalmente unilaterales han derivado en algún momento en una negociación.

—¿Cree, por lo tanto, que España se sentará a negociar en algún momento?
—Seguramente será en un momento muy avanzado. No entrará a negociar si se hará o no la independencia sino que cuando sea un hecho consumado tendrá que gestionar muchas cosas. España no está dispuesta a negociar la decisión de permitir la independencia, si se la encuentra de forma irreversible tendrá que negociar las circunstancias de convivencia con un pueblo que está justo a su lado y que comparte muchas cosas. No hay ningún ejemplo de independencia en el que no se haya negociado alguna cosa.

—Si los partidos independentistas no consiguen la mayoría de diputados, se acaba ‘el procés’ o va para largo?
—No, porque aquí lo que se ha puesto de manifiesto es que el Estado español se aguanta sobre la violencia y la amenaza y esto, en un contexto democrático, es completamente ilegítimo y hay mucha gente que puede estar a la expectativa de si puede haber otra solución pero el statu quo español es absolutamente insostenible y Cataluña está excluida moralmente de España. El escenario de que no pase nada es absolutamente impensable para mí.

—Su cabeza de lista está en Bruselas, ¿cómo afectará esta situación en campaña electoral?
—En época de las nuevas tecnologías dará para hacer campaña imaginativa y algunas actuaciones podrán tener incluso más eco. No es un hándicap. Desde un punto de vista político no se me pasa por la cabeza nada más contundente que el día 21 por la noche proclamar unos resultados con una victoria de unas personas que están en prisión o en el exilio por una actuación arbitraria y abusiva del Estado a la hora de aplicar sus leyes. Los resultados serán más impactantes y si pasa será un auténtico terremoto político que no puede no tener consecuencias.