Una imagen del encendido de la iluminación navideña. | DANIEL ESPINOSA

Las bajas temperaturas, la lluvia y el viento deslucieron ayer el encendido de las luces de Navidad de la ciudad de Ibiza. Apenas medio centenar de valientes, la mayoría miembros del equipo de Gobierno y de la oposición, se atrevieron a acercarse hasta la plaza Antoni Albert i Nieto para disfrutar con el momento y se encontraron con un sencillo acto que únicamente contó con una cuenta atrás realizada por el alcalde Rafa Ruiz junto a un grupo de una decena de niños. Y pudo ser aún peor, ya que hasta el último momento planeó la duda de la suspensión del acto como pasó con Sant Antoni.
Afortunadamente, y a pesar de que hubo unos segundos de retraso en los que hubo alguna que otra cara de terror, el árbol de esta plaza, de 16 metros, quedó iluminado con una estructura en color azul, unas flores en rojo verde y dorado y una estrella plateada. Y por detrás de él, una demostración de poderío luminoso por parte de Ilustraciones Ximénez en forma de unos arcos muy coloridos que a más de un presente en la plaza de Antoni Albert i Nieto recordó a la Feria de Abril de Sevilla.
Ni rastro de los villancicos
Tras el encendido, espectacular por cierto, ni rastro de villancicos ya que la mayoría de los padres de los niños del Cor Infantil del Patronato Municipal de Música decidieron quedarse en casa antes de que sus hijos cogieran una pulmonía. Lo único que indicaba que estamos en Navidad fueron las prendas de invierno que llevaban los presentes. El alcalde con un moderno plumas negro y zapatillas deportivas, el concejal Pep Tur con un gorro de lana y entre el resto muchas bufandas y abrigos de paño. Sin embargo, el frío y la lluvia no pudo con la ilusión de pequeños y mayores. Entre estos últimos, el equipo de Gobierno. Fueron los más animados, haciéndose varias fotos y vídeos junto al árbol y el alumbrado y animándose incluso alguna concejala a entonar alguna estrofa de algún tema navideño.