Los alimentos congelados son una buena opción para consumir productos muy frescos durante todo el año ya que son conservados a bajas temperaturas nada más ser recolectados, hasta que el consumidor está listo para cocinarlos. Los alimentos sometidos a este proceso conservan intactos todos sus nutrientes. Tanto es así, que muchos productos congelados nos aportan, contrariamente a lo que pensamos, muchos más beneficios que otros alimentos frescos de similares características, ya que en el momento que se congelan es en el que más vitaminas y minerales contienen. Según los expertos en nutrición, por ejemplo la cantidad de vitamina C que aportan las espinacas frescas consumidas a los tres días de su recolección es menor que la que proporcionan las espinacas congeladas. En cuanto a su precio, el menor coste de los productos congelados respecto a los frescos se explica porque los alimentos que se van a congelar se recolectan en épocas de mayor abundancia, con lo que su valor es más competitivo. Cabría aquí distinguir los alimentos congelados de los precocinados y los preparados congelados, que previamente han sido cocinados para que el consumidor solo tenga que calentarlos antes de consumirlos. Estos alimentos contienen mucha grasa, aditivos y sal, así como conservantes y calorías con lo que no se aconseja su consumo, es el caso de las lasañas, croquetas o patatas prefritas y similares. Hecha esta aclaración, nos dirigimos a Es Mercat Nou en Ibiza donde Antonio Riera vende lo mejor de los productos frescos congelados.

Entre cliente y cliente hablamos con el paradista que nos cuenta que lo que más se vende año es el bacalao, «en dos versiones en lomos y en trozos», explica, «también tiene muy buena acogida la sepia y el calamar y de cara a Navidad los mariscos», que muchos clientes prefieren comprar ya congelados con lo que evitan la gran subida de precios que se produce en estas fechas. Langostinos, colas de langosta y de langostino, gambas… son algunas de las durante el año se venden más las gambas y los cuerpos y patas de cangrejo que se consumen para caldo o paellas y también hervidas con pimienta como nos propone Antonio, «hay otra gente que las pone en una salsa picantona y salen muy bien». El preparado de paella también se vende mucho en invierno y «se utiliza también para sopa». La sepia se vende para consumir sola si es pequeña y la grande se incorpora a la paella. Las gambas y las sepias, nos aclara Riera, se venden como de Huelva «pero la realidad es que son marroquís, se pescan en esa zona del Atlántico». De cara a Navidad Antonio ya está ultimando su pedido y esta semana irán apareciendo por su puesto cigalas, bogavantes, nécoras, carabineros, almejas y todo tipo de marisco que vende «muy bien» en estas fechas. También nos ofrecen salmón del Atlántico, emperador, lenguado, puntas de calamar, pulpo troceado...

Pero aparte del pescado y el marisco, también podemos adquirir verduras de muy buena calidad a granel entre las que se encuentran las espinacas, las alcachofas o los guisantes, como las más vendidas. Otro de los productos que se han incorporado a los mercados como congelado son las frutas, debido a la popularidad de los batidos de frutas o shakes. Los más consumidos son los frutos rojos, y aunque tienen más éxito de venta en verano, todavía en estas fechas se siguen consumiendo.

Pero si hay un alimento que nos ha producido mucha curiosidad son los caracoles, una delicatessen para muchos paladares, pero muy laboriosos en cuanto a su preparación, ya que «hay que lavarlos hasta que se le quite toda la baba». La ventaja que tiene comprarlos congelados es que ya están preparados para cocinar. El titular del establecimiento nos explica que hay que darles una cocción con unas hierbas aromáticas al gusto, escurrirlos e incorporarlos a la cazuela. Aunque Antonio confiesa que no le gustan los caracoles, asegura que «a mi mujer le encantan y de vez en cuando los llevo a casa para cocinar». «Están deliciosos en una cazuela. Cuando ya están escurridos se reservan y se hace un sofrito con verduras, se añade la patata, chorizo, costilla, un poco de jamón y se le añaden los caracoles y el agua. Se deja cocer y tenemos un delicioso guisado de caracoles». Antonio nos enseña la foto de los últimos que ha cocinado en casa y realmente lucen estupendos en medio de las patatas y la carne. Nos guardamos muy bien la receta. Ponemos en la bolsa para congelados dentro de nuestro senalló un puñado de ellos, espinacas y unos lomos de bacalao para otro guisado durante la semana. Es muy importante que los alimentos congelados no pierdan la cadena del frío, a si es que vamos directos a casa muy contentos con la compra y las recetas de hoy. Solo nos queda desearles bon profit!!