Nueva misión de El guerrero de la limpieza y Chicletín en el colegio público de Jesús

En torno a las 09.30 horas los primeros en recibir su visita fueron los pequeños de Infantil, que tienen 3 y 4 años, y después del patio, a las 12.00 horas, fue el turno de los de 1º y 2º de Primaria, de 6 y 7 años. Aunque todos son importantes porque son nuestro futuro, El guerrero hizo especial hincapié en estos últimos porque, debido a su propia experiencia, tienen «la edad perfecta» para asimilar sus consejos y luego explicárselos a sus padres.

Principalmente aprenden que son las tres erres, Reducir, reutilizar y reciclar. En la primera, este simpático superhéroe explica cómo se puede ser igualmente feliz pidiendo menos regalos a los Reyes Magos y Papá Noel porque hay otros niños que no tiene el mismo nivel de vida que ellos o cómo es necesario un menor consumo de agua y luz para cuidar nuestro planeta. Cuando habla de reutilizar les explica los distintos usos que puede tener por ejemplo un bote de Cola Cao antes de ir a la basura, pudiendo ser una hucha o en un bote para los lápices. Y finalmente, al tratar el reciclaje entran en juego las famosas bolsas azules, verdes y amarillas, que deben guardar papel y cartón, plásticos y latas, y vidrio, respectivamente.

Además, El Guerrero de la Limpieza llama la atención sobre otros temas muy importantes. Lo importante y necesario que es recoger los excrementos de los animales de compañía cuando se pasea con ellos por la calle, el que los adultos no tiren su colilla por la ventanilla cuando van fumando en el coche, y el no tirar las toallas ni los pañales al water sino a la basura para que no se repita la imagen de ver las rocas de Cala de Bou llenas de basura.

UN COMPAÑERO CON DOBLE MENSAJE

Chicletín, su fiel compañero.

Al igual que Batman tiene a Robin como su fiel compañero, El guerrero de la limpieza tiene a Chicletín como su gran ayudante. Ayer por la mañana este peculiar personaje cobró vida en el colegio de Jesús para que los niños aprendan que no tienen que pegar chicles en las mesas ni en las paredes ni tirarlos al suelo. Además, todos ellos se llevaron un imán con su figura y un doble mensaje a favor de cuidar el medio ambiente y evitar el bulling: «¡No me gusta que me peguen!»