José Antonio Chumillas durante la entrevista en el hospital Can Misses.

José Antonio Chumillas Belmonte estudió la carrera de Medicina en Barcelona pero hizo el MIR en Ibiza. Trabajó en Barcelona en sus inicios y desde 1992 reside en Ibiza. Es médico de familia aunque en sus inicios profesionales «ha hecho de todo, un poco de urgencias de hospital, en el SUAP, hasta que obtuvo una interinidad como médico de familia en Es Viver». Durante 17 años ha estado en el centro de salud de Can Misses y en los últimos seis fue coordinador de zona básico de zona hasta que ha sido nombrado director de Atención Primaria.

—¿Por qué decidió asumir la dirección de Primaria?
—No era la primera vez que me lo ofrecían. Soy eminentemente clínico pero creo que es bueno que los clínicos pasemos al otro lado, al lado oscuro, e intentar aportar porque alguna experiencia tenemos. Es bueno tomarlo como reto, con responsabilidad y ver si se puede ayudar a liderar en la Atención Primaria porque a mí me apasiona.

—¿Por qué aceptó ahora?
—Fue el lugar adecuado y en el momento justo. Tenía experiencia como director de centro.

—¿Cuáles son los principales problemas de Primaria?
—El mayor problema de Primaria es la coordinación con Especializada. La Atención Primaria se maneja bien con sus pacientes, la relación es muy estrecha, manejamos el entorno personal. Somos médicos de personas. Nos cuesta más porque el sistema tiene dificultades aunque en España es uno de los mejores, pero nos cuesta por listas de espera, es cuando tenemos que salir de Primaria. Dicen que solucionamos el 90% de los problemas, pero en ese 10% es donde hay dificultades.

—¿Tendría que haber más comunicación?
—No especialmente. Va inherente al sistema, cada es más complejo, se necesitan más pruebas exploratorias y dinamizar eso en lugares pequeños no es fácil. A veces faltan recursos, de personal.

—¿Se necesitan más médicos de primaria?
—Creo que la primaria de Ibiza es de calidad, es respetada en el resto de las islas pero es verdad que tiene alguna carencia. Básicamente, es que los cupos, los pacientes que atiende cada médico, están por encima de la ratio balear. Si en Balears está por 1.700, nosotros estaremos por 1.800 largos, casi 1.900. Se necesitan más médicos. Es una reivindicación nuestra, lo saben desde el Ibsalut y están en ello, pero los recursos son limitados.

—¿Qué cupo tenía usted de pacientes?
—Al ser coordinador tienes un poco menos, unos 1. 500 pacientes. Un médico de Can Misses tiene una media de 1.800. Cuando empecé llegué a tener hasta 3.200 pacientes. Ibiza ha cambiado mucho en 25 años.

—Pero ese cupo es una barbaridad.
—Vivíamos peor. En Atención Primaria presumimos de dar a los pacientes lo que necesitan. No todo el mundo necesita siete minutos. Hay muchos que reivindican diez minutos. Hay pacientes que necesitan media hora.

—¿Cuanto tiempo se necesita para atender a un paciente en la consulta?
—No hay media. El paciente tiene unas necesidades y el médico aprende a manejarlas. Es verdad que desde el punto de vista de la gestión manejamos tiempo pero hemos aprendido a manejarlos bien. Hay consultas que resuelven dos minutos, son administrativas, y luego vas a un domicilio, que eso lleva tiempo. He tenido pacientes que he visitar a ses Salines, estando yo en Can Misses.

—¿Cree que con el decreto de catalán ayudará a que lleguen más médicos?
—No tiene por qué empeorar los que ya hay. El decreto de catalán es una historia polémica porque hay muchas sensibilidades. Nosotros somos gestores y aprendemos a manejarnos con lo que tenemos. Es un borrador lo que tenemos, se está negociando, no está hecho del todo, por lo que yo he leído hay muchas moratorias, excepcionalidades para cuando la oferta y la demanda no sean equitativas. Eso pasa en lugares pequeños, es probable que nos podamos acoger a las excepciones.

—¿A usted no le han manifestado su preocupación los médicos que están interinos durante muchos años?
—A los interinos no se les va a mover.

—¿Y a la hora de presentarse una oposición?
—Sí, de entrada, va a depender de la oposición, en función de la oferta y demanda, de las plazas que haya. Es verdad que puede ser disuasorio si no se explica bien.

—¿Y que se den más facilidades para que los médicos puedan realizar los cursos?
—-Hay cursos on line y también con el EBAP. Yo tengo el título de catalán, me lo saqué on line por el Consell. Que haya cursos no es el problema, sino que a veces nos cuesta a los profesionales asumir el tema lingüístico como tal. Las cosas se pueden hacer bien y no debería ser un problema de fuga de médicos.

—Pero sí que Ibiza no resulte atractiva para los médicos de fuera.
—Eso sí, pero no solo por el catalán, por la vivienda, y seguramente por la calidad de vida, en relación con lo que se cobra, queda un poco perjudicada en relación con otras comunidades. Eso es una realidad y en los sitios pequeños más, es el día a día nuestro. El anterior equipo tenía dificultades extremas en verano para contratar y no estaba el catalán.

—Será entonces una dificultad añadida porque antes ya había problemas.
—Es posible, pero insisto va a haber muchas excepciones, cuando haya deficit va a haber facilidades.

—¿Qué frenará más a los médicos para que vengan a Ibiza? ¿La vivienda o el catalán?
—La vivienda, sin duda. En los borradores que he manejado se habla de que se van a dar facilidades. En las áreas pequeñas pasa esto: hay menos médicos que los que necesitamos y el problema por lo que yo se está solventado.

—¿Ha tenido algun problema a la hora de comunicarse con sus pacientes por la lengua?
—Nunca, jamás. El ibicenco es muy hospitalario, es capaz de cambiar el registro si ven que tu no lo entiendes. Y los profesionales también lo intentan.

—-En cuanto a infraestructuras. Es necesario la reforma del centro de salud de Es Viver. ¿Hay prevista alguna partida en los presupuestos? ¿Cómo se encuentra el proyecto?
—Estamos en fases iniciales El estudio de Ingeniería y Arquitectura está elaborando el proyecto. Se están haciendo los planos. Será un proyecto a medio plazo en varias fases.

—¿Cómo está el proyecto de ampliación del centro de salud de Santa Eulària?
—Lo ha llevado el anterior equipo y se ha hablado con el ayuntamiento pero está en fases muy iniciales. Está en la dirección Asistencial. Aún no se ha hecho el plan funcional.

—¿Y el traslado del centro de salud de Can Misses al antiguo hospital?
—Está más avanzado. Está con la reforma del edificio J. De hecho, ya tenemos los planos. Una de las sorpresas que tengo es que las cosas en la administración van muy despacio. Esperamos que a principios de 2018 se puedan iniciar las obras. Esperamos que en el primer o segundo trimestre del año siguiente se puede realizar el traslado, es lo más fácil.

—Como médico del centro de salud de Can Misses vivió el traslado a la inversa.
—Fue en dos días. No hubo ningún problema. Llevamos allí siete años y queremos estar más cerca de la población. La verdad es que el personal sanitario se adapta bien. Los pacientes son muy sufridos y agradecidos. Yo estoy muy orgulloso de mis pacientes.

—¿Qué le han dicho sus pacientes?
—Son encantadores. Como saben que me he venido de jefe, están orgullosos y contentos. Si te vas por otros motivos no les gusta porque se va su médico. Lo viven como una pérdida y en algunos, un poquito de duelo. No te despides de todos. Fue muy rápida la decisión. Con algunos lloramos. Hay procesos muy íntimos, hay personas que sufren y tu sufres con ellos.

—¿Le sigue llamando algún paciente?
—Hace una semana me llamó el familiar de una paciente. Es fundamental ese acercamiento entre médico y paciente en primaria.

—Ahora lo echará en falta.
—Sí, es lo que más se echa de menos. Pero creo que también soy un gestor y un técnico, un político todavía no.

—Hablaba de los cupos en Ibiza, que son más altos que la media balear. Es decir, que hay mucha presión asistencial. Un médico puede atender a una media de 30 pacientes al día.
—Hay una media de entre 28 y 34 pacientes al día, depende de los centros de salud. Hay algunos con más carga asistencial. Quizás Santa Eulària y Sant Antoni, pero hablamos de una diferencia de cinco pacientes.

—¿Sería necesario un nuevo centro de salud?
—Santa Eulària es el que se está acercando más. Está teniendo 30.000 usuarios, aunque hay centros de salud en toda España que manejan ese número de pacientes. Sería como en Sant Antoni, trasladar a un centro de salud más grande. Habrá que verlo, está en una fase inicial.

—¿Hay previsto algún proyecto estrella de cara al año que viene?
—Sí, el año que viene es la cronicidad. Es un proyecto de organización y atención.

—¿Cómo se van a organizar?
—Vamos a tener que aprender a manejarnos. Hay que organizarse porque está basado en que vamos a tener que hacer mucha atención domicilaria para llegar a unos pacientes que su movilidad está reducida. Es un cambio de modelo que debemos hacer. Es la sostenibilidad del sistema y ahí estamos implicados Primaria y Especializada. La población envejece y el sistema sanitario está pensando en los agudos.

—¿Tendrán que contratar a más médicos porque me comentaba que el cupo de pacientes de Ibiza por médico es el más alto de Balears?
—Sí. Cada año hay un plan de necesidades y ahí se plantea nuestros resultados y si se necesita.

—Tal y como está el panorama, ¿se necesitarán más?
—Creo que sí. Tal y como está establecido, tres cuatro más en los servicios de urgencias de primaria. En Santa Eulária queremos aumentar, y doblarlo. Ponerlos al mismo nivel los tres suaps, el de Santa Eulària con los de Ibiza y Sant Antoni.

—¿Qué le aconsejó su antecesora Carmen Santos?
—Que fuera yo mismo. Trabajo y responsabilidad. Alguna experiencia tengo en gestión como coordinador. Estoy muy orgulloso del centro de salud de Can Misses, es un centro pionero, acreditado con normas ISO y centro docente.