Varios paneles de luz en la avenida de España se desprendieron y cayeron sobre un vehículo aparcado. | Juan A. Torres

La Policía Local de Vila tuvo que cortar ayer por la mañana el tráfico en la avenida España, entre la rotonda de ses Figueretes y la confluencia con las calles del País Valencià y el País Basc, por la caída durante la mañana de ayer de unos paneles de luces de Navidad.

Vecinos de la zona aseguraron que avisaron a la Policía Local de la caída de estos paneles a las nueve de la mañana. Los agentes, al llegar a la zona, decidieron cortar el tráfico y antes de que llegaran los operarios para que retiraran las luces que todavía colgaban de los cables, un nuevo panel cayó sobre un vehículo aparcado en la avenida.

Por otro lado, en la ciudad de Vila también se tuvo que retirar un semáforo que se descolgó por culpa del fuerte viento en la avenida de la Pau, además de un toldo en la calle Abad y Lasierra y un cartel comercial descolgado en la calle Madrid.

Atrapados

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Unos de los damnificados por el cierre de los puertos pitiusos a causa de la borrasca ‘Ana’ fueron los jugadores del Formentera. Los futbolistas, que el domingo habían jugado en Zaragoza, no llegaron a tiempo para coger la última barca a Formentera por culpa del retraso acumulado por el vuelo que les llevó hasta Ibiza y tuvieron que pernoctar en la mayor de las Pitiusas, explicaba ayer por la mañana el defensa Alejandro Bonilla mientras esperaba en la estación marítima a que el viento se calmara y se reanudaran las conexiones.

La plantilla, que además perdieron el partido en el último minuto, se presentó en la estación marítima a las siete de la mañana para emprender el viaje de regreso a Formentera, pero el fuerte oleaje les obligó a permanecer en Ibiza hasta primera hora de la tarde.

Los vientos de componente suroeste golpearon con fuerza el litoral pitiuso. En la bahía de Talamanca una embarcación se fue a pique por culpa del oleaje, mientras que en playas como ses Salines la arena desapareció bajo las olas.

En Formentera el mar también golpeó con fuerza y los que se acercaron hasta Cala Saona pudieron ver cómo la arena también quedó cubierta por el agua.