Fachada del Hospital Can Misses.

Si hace unos días saltaba la alarma en el servicio de Urgencias de Can Misses por la falta de profesionales que pudieran acreditar el título B2 de catalán para cubrir las interinidades vacantes, el problema se repite para los técnicos de rayos.

«Hace cuatro años se abrió una bolsa. Te registrabas telemáticamente y pagabas unas tasas. De esa bolsa no volvimos a saber nada y hace una semana se volvió a abrir con la diferencia de que, ahora, necesitamos el catalán», explica Ana Cano, técnica en el hospital. En este sentido, de ocho profesionales contratados en el servicio, siete no pueden acreditar el nivel exigido. «De ocho plazas que han salido, siete personas nos hemos quedado fuera por no tener el título», cuenta el también técnico Juanma Tejero, quien asegura que «van a cubrir las plazas fácil porque hay gente, pero es gente sin experiencia».

De hecho, otro de los excluidos en la bolsa es consciente de que «hay compañeros a los que nosotros mismos hemos estado enseñando y que ahora quedarán por delante nuestro». Se trata de Francisco Enrique Arriaza, un gaditano que lleva varios años en la isla con la idea de seguir su vida aquí. «Mi novia ha venido este año a Ibiza porque yo estaba aquí y ahora nos ha llegado de sopetón esto del catalán. Yo quedaría fuera con un piso que no podría pagar», explica.

Antonio Andrades está en la misma situación y no «entiende» el sentido de esta imposición. «Llevamos tres años trabajando aquí; hemos tenido que pasar por contratos precarios y ahora resulta que da igual la titulación que tengas, los años trabajados... que importa el título», dice. En esta línea explica que «cuando todo el mundo se iba de vacaciones, el servicio se quedaba a expensas de nosotros y de los que acababan de llegar. Si nosotros nos vamos del todo, no me quiero imaginar lo que puede pasar en el momento en el que haya bajas». Andrades asegura que él no quiere volver a tener contratos de un mes cuando sabe que tiene más experiencia que quien pueda acabar el módulo y tener plaza solo por el hecho de tener el título de catalán.

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Situación límite

Los técnicos de rayos de Can Misses se preguntan el por qué de esta imposición a pesar de la problemática que hay ya de por sí en la isla para captar profesionales. «No nos entra en la cabeza que en verano se abriera una bolsa extraordinaria porque no había técnicos ni con catalán ni sin él y ahora nos exijan esto después de estar tres años sacando el trabajo adelante», critica Silvia Troyano, técnica en el hospital. «Vinimos cuando nadie quería venir, cuando el servicio empezó de cero y ahora que tenemos experiencia nos quieren echar para meter a gente nueva», dice Cano quien quiere que se entienda que «nos llaman de un día para otro, hacemos una gran inversión inicial y ahora que podemos disfrutar trabajando llegan con esto».

En este sentido, Paco Cuesta, coordinador del servicio de Radiología, muestra su «preocupación» ante una situación que dice «va a resentir la calidad asistencial del Hospital».

Cuesta señala que son precisamente estos técnicos quienes «nos han sacado las castañas del fuego» muchas veces y «llegaron haciendo el abecé de las radiografías y ahora están al frente de una resonancia de tres de la tarde a diez de la noche y no pueden entrar en bolsa». Y es que «muchos piensan que ser técnico de rayos solo es darle a un botón, pero somos el ojo del médico. Si hacemos mal nuestro trabajo, el diagnóstico que da el médico es erróneo», matiza Cano. Según ha podido saber este periódico, se abrirá una nueva bolsa para los técnicos que han quedado excluidos por no tener el catalán. En esta bolsa, los técnicos excluidos quedarán ordenados por un baremo y se les irá llamando por orden.