Imagen de la pistola simulada intervenida por la Policía Nacional a los detenidos.

Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la Policía Nacional han detenido en Ibiza a tres menores como presuntos autores del atraco perpetrado con un arma de fuego simulada en una boutique de la calle Abad y Lasierra de Vila.
La investigación desarrollada por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la Policía Nacional desencadenó la identificación, localización y detención de los tres jóvenes en el marco de la ‘operación Princess’, el pasado lunes.
Tal y como avanzó este medio, el atraco a mano armada ocurrió la noche del 15 de noviembre. Eran las 21.17 horas cuando dos encapuchados irrumpían en el interior del establecimiento de moda y amenazaron a sus víctimas con sendas pistolas simuladas, creando un gran efecto intimidatorio, dada su apariencia real.
Los atracadores se cubrían el rostro con gorras y pañuelos y encañonaron a las dos mujeres que había en el interior, la dueña del establecimiento y una clienta. En poco más de un minuto, los dos jóvenes se hicieron con el dinero que había en la caja, unos 400 euros, y acto seguido se daban a la fuga, mientras las dos mujeres permanecían en el interior del establecimiento en estado de shock. Fuera del establecimiento esperaba un tercer individuo realizando labores de vigilancia y facilitando la posterior huida de la banda de atracadores.
La secuencia del espectacular atraco fue captada por las cámaras de seguridad del establecimiento y las imágenes sirvieron para la identificación de los implicados.
Según informaron ayer fuentes de la Policía Nacional, los tres autores materiales de los hechos son menores de edad y no tienen antecedentes penales.
En el marco de la ‘Operación Princess’ los agentes han recuperado una de las pistolas simuladas, con la que habían cometido el atraco y que «había generado un importante efecto intimidatorio a las víctimas, dada su semejanza a las armas de fuego real.
El atraco
Los jóvenes aprovecharon el hecho de que la mayoría de establecimientos ya estaban cerrados para actuar con cierta tranquilidad. «Estaba atendiendo a una clienta cuando dos jóvenes encapuchados irrumpieron en la tienda armados con pistolas y encañonándonos. Uno de ellos me sujetó por el hombro y dijo que no nos iban a hacer nada, pero nos quedamos aterrorizadas. Había un tercer chico vigilando en la puerta. Fue muy rápido. Abrieron la caja, cogieron el dinero y se marcharon», recordaba la dueña del negocio el día después del golpe.
Todo apunta a que los jóvenes habían hecho un seguimiento previo de los locales de la zona antes de ejecutar el atraco que ha acabado con su detención.