Unas 150 personas acudieron ayer por la tarde a la iglesia de Santa Creu para dar el último adiós al pintor ibicenco Toni Pomar y acompañar a su familia en estos complicados momentos. Autoridades, artistas, amigos, conocidos... prácticamente nadie quiso perderse el funeral en cuerpo presente que tuvo lugar en este céntrico templo de la ciudad de Ibiza demostrando el gran cariño que sentía la sociedad de la isla «al pintor que mejor supo retratarla».

El funeral de Pomar, fallecido el jueves a la edad de 90 años por causas naturales, comenzó con una puntualidad casi británica, cuando minutos antes de que dieran las 15.00 horas el coche de Pompas fúnebres apareció en la puerta de la iglesia donde esperaban su hijo, el conocido fotógrafo Antoni Pomar Bofill, y sus nietos. Justo en ese momento apareció subiendo casi a la carrera por la calle Aragón el concejal de Cultura i Patrimoni del Ayuntamiento de Ibiza, Pep Tur, quien a pesar de su cara triste y cansada en cuanto dejó su abrigo no dudó ni un segundo en ser uno de los que cargó con el féretro de Pomar para introducirlo en el templo.

En el interior ya esperaba en la segunda fila la sobrina del pintor, Elisa Pomar Palerm, acompañado de su marido, su hermano David y su hijo, el joven cantante Marc Cuevas Pomar. Unas filas por detrás siguieron la misa en honor del pintor ibicenco Miguel Martínez, director de l’Escola d’Arts i Oficis d’Eivissa donde Pomar tuvo una plaza de profesor durante treinta años, de 1962 a 1992, los artesanos Traspas y Torijano, el pintor Carles Guasch, el periodista e investigador Nito Verdera o el escritor y poeta Toni Roca.

Minutos después llegó el president del Consell d’Eivissa, Vicent Torres, acompañado por el conseller insular de Hacienda, Gonzalo Juan, y el director insular de Agricultura Vicent Tur, y la consellera de Cultura, Participación y Deportes del Govern balear, Fanny Tur, quien apareció en la iglesia con la misa ya empezada y todo lo pronto que le dejó el avión que la traía desde Palma. Precisamente, tanto Tur como Torres decidieron quedarse en un discreto segundo plano, en las últimas filas de bancos, para seguir el funeral.

La ceremonia estuvo marcada por la emoción. Durante distintos pasajes de la misma se pudo escuchar música de cámara interpretada por una cantante y un organista e, incluso, su nieto Marc decidió dedicar a su abuelo Toni Pomar el poema Illa del poeta ibicenco Ben Clark «por ser el que mejor refleja la personalidad» que tuvo el pintor fallecido «y todo lo que significó para la isla de Ibiza, su cultura y sus tradiciones».

EMOCIÓN A FLOR DE PIEL

Su nieto Marc le dedicó el poema ‘Illa’

Uno de los momentos más emocionantes tuvo lugar cuando su nieto Marc le dedicó el poema Illa del poeta Ben Clark. Este poema ya fue adaptado por Projecte Mut para su penúltimo disco La vida rima y según se puede escuchar en la canción del grupo ibicenco dice así:

«Una gota de terra acarícia la mar,

ella és aquella que tant he somiat.

Perquè ella és l’illa, no és un amor normal,

ella és una il·lusió que té gust a sal.

I dins l’olivera el temps s’ha aturat,

un timbal de pedra, boscos i animals.

No som un poeta, jo som escribà,

un illot des d’on escric el que vull cantar demà.

Quan m’he allunyat de tu, fugint de jo mateix,

dins el pit sentia un dolor que no es veu,

com una llum en la foscor del meu record,

un camí de claror i pau que ho ompli tot de passió.

És sa meua pressó, sa meua llibertat,

on totes les fronteres són cel, arena i mar.

Tan gros aquest petit món meu,

i un riu per a creuar els seus ponts,

i jo que sóc natiu, aquí sa meua vida hi viu i diu:

Quan m’he allunyat de tu, fugint de jo mateix,

dins el pit sentia un dolor que no es veu,

com una llum en la foscor del meu record,

un camí de claror i pau que ho ompli tot de passió».