Foto de archivo de la entrada por Urgencias al Hospital de Can Misses.

El éxodo de médicos en el servicio de Urgencias de Can Misses sigue creciendo a pesar de la ‘exención’, por parte del hospital, para que los profesionales que no pueden acreditar el nivel B2 de catalán puedan optar a la interinidad.
«Las listas de admitidos y excluidos no han salido todavía, pero independientemente del catalán hay más asuntos que me han llevado a tomar la decisión de irme», explica uno de los profesionales del servicio. En este sentido, dice que la situación que se vive en Urgencias es «complicada» desde hace años y «sumar la imposición del catalán ha sido la gota que colma el vaso».

Así, este médico ha comunicado oficialmente tanto a la dirección del Hospital como a Recursos Humanos su intención de finalizar el contrato el 31 de diciembre. «Empiezo a trabajar en enero en la Península porque la situación aquí no es agradable y hay mucha tensión entre compañeros», matiza. «Además, no digo que las plazas no se vayan a cubrir, pero en estos 18 meses que he estado aquí he formado a 40 personas y eso vale menos que tener el título».

Opinión que comparte Elena Klusova, compañera de servicio hasta hace unos meses. Ella también está dentro de la bolsa de interinidades, «pero si me la dan, no la voy a coger», afirma de forma contundente. Klusova se muestra reacia al funcionamiento de un servicio que califica de «imposible».

«Me encanta ser médico de Urgencias, pero las condiciones en Can Misses no te permiten tener calidad de vida y me he tenido que buscar otra alternativa», señala. Ahora trabaja en el 061, con contratos de menor duración pero, como ella dice, con mayor calidad de vida. «Las condiciones en Urgencias son imposibles de aguantar para cualquier persona normal. Cuando haces una guardia de 24 horas no es que no tengas tiempo para comer, es que tampoco lo tienes para ir al baño».

En este sentido, la profesional sanitaria señala que el servicio siempre ha tenido problemas de plantilla porque el ritmo es «insostenible». De hecho, dice que quien ya conoce lo que supone trabajar en Urgencias no quiere repetir y «si antes los de fuera de la isla se planteaban venir porque los contratos aquí son más largos, ahora unes que se quedan sin vida social y que tienen que acreditar un título, pues claramente no van a venir».

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Klusova prefiere tener contratos de un mes en el 061 que una interinidad en Urgencias y pide que se tome conciencia del problema que sufre, a día de hoy, el servicio. «Lo del decreto es una vergüenza. No tendría que ser ni requisito ni mérito especial», apunta. Y es que, dice que la puntuación para acceder a una plaza es de todo menos equitativa. «El título son tres puntos y te pongo un ejemplo: un médico tiene que escribir siete libros de medicina para igualar los puntos del B2 de catalán. A dónde vamos a llegar», critica.

Convocatoria extra

Desde el IbSalut aseguran que las listas definitivas para cubrir las interinidades de Urgencias saldrán en los próximos días. «Con ellas se trata de dar estabilidad a la plantilla, fidelizarla y consolidarla, pero si alguien se la plantea es su decisión», explican.

Ante esta situación, el hospital de Can Misses ha decidido lanzar una segunda convocatoria en la que se ofertarán cinco plazas para el servicio. «Las interinidades que no se cubran en la primera convocatoria se podrán cubrir con esta segunda. Y de las cinco plazas ofertadas, las que no sean ocupadas para interinidades serán para contratos eventuales largos de aproximadamente un año», apuntan desde el propio hospital. Además, no quieren pasar por alto que en esta nueva convocatoria se introducirá la excepcionalidad desde el primer momento para todos aquellos que no puedan acreditar el B2 en caso de no cubrir las plazas.

Can Misses asegura, también, que el personal del servicio rota «constantemente» y las ofertas son continuas.