Los concejales del PP se abstuvieron en la aprobación de la ZPAE del West End. | J. A. T.

El pleno del Ayuntamiento de Sant Antoni aprobó ayer la declaración del West End como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), lo que supondrá, entre otras medidas, que el próximo verano los establecimientos de ocio de este barrio del núcleo urbano cierren a las tres de la madrugada.

El concejal de Medi Ambient, Pablo Valdés, justificó esta actuación del Consistorio asegurando que el nivel de ruido en el West End supera en 25 decibelios la media de lo permitido legalmente «y tenemos picos de hasta 30 decibelios». «Como Administración, no tenemos otro remedio que actuar de esta manera y hacer compatible el saludable negocio del turismo con el también saludable derecho a vivir en paz», destacó el teniente de alcalde.

Por su parte, el Partido Popular se abstuvo en la votación y su portavoz, Pepe Sala, lamentó la «falta de consenso» a la hora de aprobar estas medidas mientras paralelamente se está trabajando en el Plan Estratégico de Sant Antoni. No obstante, Sala se mostró favorable a actuar en este barrio pero destacó que las actuaciones que ahora implementa el equipo de gobierno tripartito provoquen un efecto contrario y «provoquen la degradación» del West.

«Sin haber previsto alternativas, muchas empresas se quedarán en el camino, muchos trabajadores se quedarán sin empleo y, lo que es peor, provoquemos un recorte drástico del turismo inglés», señaló Sala, quien añadió que estas medidas «afectarán a todos los ciudadanos» y que «pagan justos por pecadores».

La postura del PP levantó los aplausos de parte del público asistente al pleno de ayer, formado mayoritariamente por empresarios y trabajadores del West. «¡Quitadnos a las putas, los chorizos y los camellos de las calles!», gritó uno de ellos antes de levantarse y marcharse del salón de plenos.

Sala también acusó al tripartito de actuar con «subjetividad» en la delimitación de las calles afectadas y señaló que en otras zonas del pueblo de Sant Antoni también se vive la misma problemática de ruidos que en el West End.

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En este sentido, Valdés pidió: «Demuestre que hay otras zonas igual; no tenemos ningún problema en aplicarlo en otras zonas pero los estudios no dicen lo mismo». El teniente de alcalde emplazó al PP y a los afectados a que presenten las alegaciones pertinentes en los 30 días de plazo.

Además de cerrar a las 3 de la madrugada, otras de las medidas a implantar son que las terrazas se tendrán que retirar a las 23 horas y la venta de comida y bebida a través de ventanilla que quedará prohibida a partir de esa hora. Los bares musicales, cafés conciertos, discotecas y salas de fiesta tendrán como únicas aperturas la puerta principal y las de emergencia que, además, deberán ser dobles. Las ventanas se tendrán que sellar herméticamente, por lo que se tendrán que instalar sistemas mecánicos de ventilación.

EL APUNTE

Los locales demás de 200 personas deberán tener control de acceso

En la sesión de ayer también se aprobó de manera inicial la ordenanza que obligará a los establecimientos con un aforo de más de 200 personas a instalar sistemas de control de acceso para que no se supere el aforo legalmente autorizado. Inicialmente la ordenanza establecía un plazo de un año para que los locales instalaran estos contadores. Sin embargo, una enmienda del tripartito incluida a última hora recorta este plazo a tres meses, un aspecto con el que los ‘populares’ no estuvieron de acuerdo. «Siempre hacen las cosas deprisa y corriendo», apuntó el ‘popular’ Marcos Serra, quien añadió que «todos los hoteles también deberán instalar estas medidas».

«Es un tiempo más que suficiente, no se requieren obras de ingeniería», contestó la concejala de Governació, Aída Alcaraz. La socialista negó que todos los establecimientos hoteleros tuvieran que instalar estos contadores: «Sólo los que tengan como actividad el entretenimiento».