La compañía Endesa ha presentado ante el Govern un escrito para iniciar las gestiones para cerrar definitivamente los tres grupos de fuel más antiguos de la central eléctrica de Ibiza ante la inminente puesta en marcha del cable eléctrico, que funcionará como sistema de emergencia si se producen puntas de consumo por encima de lo habitual.
La central eléctrica de Ibiza funciona actualmente con gas natural. Las instalaciones cuentan, además, con cinco grupos de fuel (tres de ellos tienen más de 20 años de antigüedad). De manera cautelar y tras las quejas recibidas por los centros escolares de Sa Blanca Dona y Puig d’en Valls, el Govern decidió que estos tres grupos de fuel no se podían utilizar habitualmente sino únicamente en casos de extrema urgencia, según explicaron ayer desde el Ejecutivo autonómico. Finalmente, Endesa ha decidido desconectarlos de manera definitiva ya que próximamente el cable eléctrico empezará a funcionar, según precisaron desde la empresa.
Capacidad
En su última visita a Ibiza en agosto de este año, el director general de Energia i Canvi Climàtic del Govern, Joan Groizard, destacó que con la puesta en marcha del cable eléctrico, la mayor de las Pitiusas tendría una gran capacidad de importar energía de Mallorca, por lo que se podrá suministrar energía con el cable y con los grupos de gas natural que ya existen en la central de Endesa. Debido a la gran demanda que existe en Ibiza, sobre todo en época veraniega, la central eléctrica de Ibiza estaba usando fuel y gas natural para abastecer las necesidades energéticas de la población.
Presupuesto
La construcción de la interconexión eléctrica submarina entre Ibiza y Mallorca ha contado con un presupuesto de 225 millones de euros y permitirá conectar el sistema eléctrico de las islas y acabar con el aislamiento eléctrico de las Pitiusas. El cable que conecta Ibiza con Mallorca cuenta con 118 kilómetros de tramo submarino, lo que lo convierte en el más largo del mundo en corriente alterna, además del más profundo dado que discurre por fondos marinos que alcanzan una profundidad de hasta 800 metros.
La puesta en marcha de esta infraestructura garantiza el suministro ya que une los dos subsistemas eléctricos diferenciados de Balears, Ibiza y Formentera y Mallorca y Menorca, y los conecta con el mercado eléctrico peninsular.