Melchor, Gaspar y Baltasar se dieron ayer un enorme baño de masas en la ciudad de Ibiza. Sus Majestades de Oriente fueron aclamados a cada paso que dieron, desde que llegaron a eso de las 18.00 horas a la plaza de Es Martell, en el Puerto, hasta su llegada en torno a las 21.00 horas a la plaza Antoni Albert i Nieto, en el bulevar Abel Matutes. Incluso, tal y como comentó algún padre que llevaba aguantando en el lugar desde una hora antes, parecían más futbolistas como Cristiano Ronaldo, Messi o Griezmann que los Reyes Magos.

No le faltó razón. Los niños, incluyendo a su hijo, se dejaron la voz gritando los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar pidiéndoles un abrazo, una caricia y por supuesto una fotografía con el teléfono móvil de turno. Y ellos, como seres mágicos que son, tras descender entre una incómoda cortina de humo artificial del barco que les traía desde alta mar y encontrarse con la comitiva del Ayuntamiento, encabezada por su alcalde Rafa Ruiz, tuvieron tiempo para casi todos los presentes. El resultado, casi media hora para poder salir de la plaza y subirse a sus carrozas – Melchor roja, Gaspar marrón y Baltasar verde a juego con su capa – para comenzar el recorrido.

Antes de que todo eso sucediera, ya habían estado calentando motores las otras tres carrozas encargadas de abrir la comitiva. Unas carrozas que si bien cumplieron su función de hacer bailar y animar a las miles de personas que poblaban las calles, también recibieron alguna que otra crítica por su temática. La primera de ellas estaba ambientada en el mundo de Alicia en el País de las Maravillas, la segunda en Trolls y la tercera en Cats, y eso, unido a los disfraces que llevaban las bailarinas que las precedían, hizo que muchos pensaran que estábamos en Carnaval y no en una cabalgata de los Reyes Magos. «Están muy bonitas, y tienen mucha animación, pero lo suyo es que estén relacionadas con los Reyes Magos de Oriente, que haya un Niño Jesús o un portal de Belén y no unos naipes y unos Trolls bailando», se quejó Maite, madre de Nora, resumiendo el sentir de una amplia mayoría en la avenida Ignasi Wallis.

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Sin ofrenda al Niño Jesús

También recibió críticas el que la comitiva no se parara en ninguna iglesia de la ciudad a lo largo de su recorrido. Al contrario que en las cabalgatas de Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Josep, en Vila los Reyes Magos no llevaron a cabo la tradicional ofrenda al Niño Jesús que se solía hacer en la parroquia Nuestra Señora del Roser en presencia del Obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura. Incluso, muchos vecinos, sobre todo los de mayor edad, quedaron desconcertados ya que se encontraron la puerta de la iglesia a medio abrir y casi a oscuras, preguntando al respecto a los medios de comunicación que estaban cubriendo la cabalgata.

Finalmente, tras más de dos horas y media la amplia comitiva, compuesta por 350 personas de las escuelas de danza Centro de Danza, Davinia Van Praag Dance Academy, Passion Dance y Paso a Paso y de los clubes deportivos de Gimnasia Artística Ibiza y Gimnasia Rítmica Tanit concluyó su recorrido en la plaza Antoni Albert i Nieto, en lugar del final tradicional del Paseo Vara de Rey. Tras recorrer una amplia alfombra roja se dirigieron hasta la carpa instalada en el lugar donde se dieron otro baño de masas más entre los cientos de personas que la llenaban desde varias horas antes mientras sonaban villancicos modernos. Allí, les esperaba de nuevo el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, acompañado de algunos concejales como Pep Tur y Elena López, y saludaron a todos los niños, les desearon una feliz noche y se despidieron de ellos hasta mañana.