La nueva política de equipaje de Ryanair, que solo permite subir un bulto a bordo, no ha generado quejas en el aeropuerto de Ibiza desde que empezara a aplicarse este mismo lunes. Así lo confirmaron ayer dos trabajadores de la compañía low cost que recalcaron que «la gente se acerca al mostrador solo para preguntar cómo funciona».

Desde la compañía dicen que no hay que alarmarse porque podemos seguir viajando con dos bultos, pero uno viajará en la bodega sin coste adicional; si por el contrario queremos subir la maleta al avión, tendremos que pagar una prioridad de embarque que oscila entre los cinco y los seis euros dependiendo de las tasas que tenga el destino donde se vuele. «Si no quieres pagar, haces un embarque normal y en la puerta te etiquetamos la maleta para bajarla a la bodega», explicó uno de los trabajadores de Es Codolar.

¿Evitar retrasos?

Esta medida que Ryanair ha tomado para evitar el retraso de muchos vuelos, no convence a todas las partes. Sin ir más lejos, el avión que hizo el trayecto de Barcelona a Ibiza a primera hora del lunes salió casi 45 minutos tarde. «Hicimos el embarque con total normalidad, pero luego estuvimos parados dentro del avión casi una hora», relató Javier quien criticó la forma de aplicar la nueva normativa. «No subimos la maleta el avión para salir en hora, pero resulta que estamos en lo de siempre con la diferencia de que al llegar a Ibiza he tenido que esperar en la cinta para recoger mis cosas. Antes me iba directo». Situación que uno de los trabajadores de la compañía achacó al hecho de que «no contrataron al suficiente personal para llevar a cabo el nuevo trabajo que suponía desplazar las maletas a la bodega», pero no confirmó que ese fuera el motivo.

En este sentido, explicó que la media de pasajeros en temporada baja raramente supera las 150 personas, de 189 plazas disponibles, y «como mucho se pueden comprar, de momento, 90 prioridades de embarque». Si, por ejemplo, hacemos una media de 50 prioridades por vuelo, supone bajar a la bodega 100 maletas; «una cifra muy elevada que difiere mucho de la de antes de aplicar la normativa».

En el vuelo con destino a Valencia que salió ayer por la tarde, 100 personas subieron al avión y, de ellas, solo cinco pagaron por la prioridad de embarque que ahora permite subir dos bultos a bordo. «Estamos viendo que la gente, quizás por miedo, lleva menos equipaje y usa más bolsos pequeños. De hecho, hay vuelos en los que apenas vemos maletas», matizó uno de los trabajadores.

Lourdes cogió este vuelo y no se había enterado de los cambios de la compañía. «Suelo volar regularmente y al llegar me han etiquetado la maleta. Me he quejado porque estaba de las primeras en la cola, pero me han explicado los cambios. No me parece mal, la verdad, siempre y cuando no sea por afán recaudatorio y sí por mejorar los problemas con los retrasos, que son muchos».