Mediodía de ayer. Un helicóptero de la Guardia Civil sobrevuela la zona de bosque comprendida entre Sant Rafel y Santa Gertrudis. El aparato se había trasladado a primera hora de la mañana desde Palma con una unidad de los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM). La unidad especializada en rescates de la Guardia Civil se sumaba al dispositivo de búsqueda de Miguel B.B., vecino de Sant Rafel del que la familia no tenía noticias desde la mañana del martes. Por la tarde, su hijo alertó de que aún no había regresado, por lo que una patrulla de la Guardia Civil inició la búsqueda. A esas horas Miguel ya habría puesto un mar y al menos unos 283 kilómetros de por medio, la distancia en línea recta que separa Ibiza de Barcelona. A esas horas: nadie lo sabía.

Ayer por la mañana, el servicio de Emergencias 112, Guardia Civil y asociaciones como SOS Desaparecidos difunden en sus redes sociales la alerta que incluye una descripción de Miguel, de 73 años, 1,73 de estatura, pelo canoso, bigote y que usa gafas graduadas. El aviso añade que en el momento de la desaparición vestía chaqueta azul, gorro y pantalones vaqueros. Fuentes de la Guardia Civil añadían que el hombre padece problemas de corazón y que se le perdió el rastro tras salir a pasear con su perro por una zona cercana a su vivienda, en las afueras de Sant Rafel.

A través de las distintas alertas se pide a la población que si tiene información sobre Miguel se comunique con la Guardia Civil o a los números 062 o 112.

A media mañana, el dispositivo de búsqueda organizaba la batida desde el Puesto de Mando Avanzado (PMA) activado y los efectivos se adentraban por los caminos y zonas por las que el hombre suele realizar paseos que se prolongan entre dos y tres horas. Además de los efectivos de la Guardia Civil, se movilizaron agentes de la Policía Local de Sant Antoni, una dotación de bomberos, efectivos de Protección Civil, agentes del servicio de Emergencias, familiares y amigos del hombre.

Puertos y aeropuertos

Noticias relacionadas

La búsqueda se mantiene activa en la zona de Sant Rafel pero en paralelo se realizan otras comprobaciones y se abre otra vía de investigación. Según señalaron fuentes del operativo, un conocido advierte que Miguel habría comprado un billete para realizar un viaje en estas fechas. Las diferentes gestiones y comprobaciones realizadas por la Guardia Civil corroboran que el nombre de Miguel figura entre el pasaje de un vuelo con destino a Barcelona, un viaje que el vecino de Sant Rafel no habría comunicado a su familia.

En torno a las 15 horas, y coincidiendo con el relevo de los efectivos de búsqueda, la Guardia Civil da por desactivada la alerta tras certificar que el vecino de Sant Rafel embarcó en el avión para el que había adquirido un billete. Los agentes confirmaron este extremo tras la revisión de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del aeropuerto de Ibiza, imágenes en las que se veía al hombre.
Fuentes de la Guardia Civil indicaron que la búsqueda «queda desactivada en el momento que se confirma que el hombre abandona la isla en pleno uso de sus facultades mentales». Así se cerraba un dispositivo de búsqueda a un caso con un final rocambolesco.

EL APUNTE

Un despliegue de medios amplio y costoso

La búsqueda de este vecino de Sant Antoni movilizó a un amplio despliegue de medios que incluía un helicóptero que se desplazó desde Palma. En el aparato también se trasladaron efectivos de la GREIM, la unidad especial en rescates en zonas montañosas o de complicado acceso. El dispositivo también movilizó a otras patrullas de la Guardia Civil de Sant Antoni, unidades de la Policía Local y una dotación de cuatro bomberos que durante toda la mañana recorrieron y supervisaron las zonas por donde Miguel podría haber transitado. En este caso se trató de una falsa alarma. En el caso de las imprudencias negligentes, comunidades como Cataluña o Cantabria pasan la factura de los operativos.