Un informe del departamento de Ordenación del Territorio del Consell d’Eivissa, solicitado por la Comisión de Medi Ambient del Govern, rechaza el proyecto de un alojamiento turístico proyectado en el polvorín de Santa Gertrudis.
Dicho informe ha sido desfavorable ya que no se ajusta a ninguno de los dos tipos de alojamientos de turismo rural, es decir, o agroturismo u hotel rural que regula la ley. «Estas instalaciones eran del Consell, fueron vendidas por el PP por un precio irrisorio, algo más de 2,5 millones de euros, y ahora nos encontramos con este proyecto», señaló ayer la vicepresidenta del Consell Viviana de Sans.
El proyecto consiste en la conversión del antiguo recinto militar situado en suelo rústico común y que consta de once edificios, en un alojamiento turístico de 20 habitaciones, gimnasio y restaurante mediante la reforma de las edificaciones existentes. La única construcción nueva sería la de una piscina, que ocuparía un total de 441 m², con una lámina de agua de 185 m² y de la que, por otra parte, se desconoce su emplazamiento concreto.
Además, también se prevé que la antigua casa payesa se convierta en un apartamento turístico, un cambio de uso que no permite la ley.
Otra de las objeciones que remarca el informe de los técnicos del Consell es que el ámbito de la actuación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) no se ajusta al ámbito de las «fincas registrales que figura en el informe técnico de desafectación del Polvorín de Santa Gertrudis», realizado por los Servicios Técnicos del Consell d’Eivissa.
Además, una de las fincas que contiene una edificación no figura ni entre los once edificios objeto de proyecto, según el informe.
Tampoco queda claro la superficie afectada ya que las fincas registrales objeto de proyecto tienen una superficie total de 27.582,10 m², sin embargo, en la memoria del Estudio de Impacto Ambiental se indica que se actúa sobre una superficie total de 62.655,78 m².
Por otra parte, los técnicos del departamento de Medio Ambiente señalan que el nuevo Estudio Impacto Ambiental tendría que «completar y enmendar el conjunto de carencias y deficiencias» detalladas anteriormente además de definir y analizar los «potenciales impactos y riesgos asociados en las diferentes actividades y sus aforos previstos al conjunto del complejo, además de la propia actividad de alojamiento turístico».
También deberá analizar los impactos potenciales asociados al consumo de agua y a la generación de aguas residuales y proponer medidas minimizadoras y correctoras, así como analizar el riesgo de incendio forestal como potencial impacto, introduciendo este parámetro en la matriz de impactos; realizar un estudio de incidencia paisajística; dotar el Estudio de Impacto Ambiental de un estudio acústico detallado; y finalmente, analizar la potencial afección sobre la movilidad viaria del en torno al proyecto.
LA NOTA
Informes sobre los planes de protección de Sant Josep y Sant Jordi
El Consell Executiu también ha dado el visto bueno a los informes de los técnicos de la institución sobre los planes especiales de protección de los conjuntos históricos de Sant Josep y Sant Jordi. En el de Sant Josep, los técnicos del Consell piden que se especifiquen las características compositivas y estéticas de las fachadas de las nuevas edificaciones, además de pedir que se incluya el diseño de la futura variante que debe trasladar el tráfico del núcleo urbano de Sant Josep, actualmente en estudio, en el plan.
En cuanto al plan de protección de Sant Jordi, se destaca que la ordenación prevista supone restricciones de los parámetros urbanísticos vigentes, por lo que insta a que su motivación que conste en la Memoria «sea adecuada y suficiente para apoyar las determinaciones normativas».
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