La joven y su hijo fueron detenidos por agentes de la Guardia Civil de Sant Antoni. | Daniel Espinosa

Agentes de la Guardia Civil de Sant Antoni han detenido a una joven de 31 años y su hijo, menor de edad, como autores del robo de un sobre que llevaba un hombre de 83 años en un bolsillo y que contenía 1.300 euros.

Los hechos ocurrieron en el interior de un supermercado al que la víctima había acudido tras sacar la suma de dinero de una oficina bancaria próxima.

Las investigaciones apuntan que la mujer, de nacionalidad rumana, hizo un seguimiento del hombre y una vez en el interior del establecimiento, «madre e hijo se movieron con el objetivo de entorpecer la marcha de su víctima».

Según explicaron fuentes de la Guardia Civil, en un momento dado y aprovechando un descuido del hombre, la pareja le sustrajo el sobre que llevaba en el bolsillo con la suma de dinero que acababa de sacar del banco.

Especialistas en el descuido

La secuencia de los hechos ocurridos a finales de diciembre fue captada por las cámaras de seguridad del supermercado.

Tras la denuncia de los hechos, la Guardia Civil abrió una investigación. La revisión de las imágenes permitió la identificación de la mujer y su hijo.

El lunes, madre e hijo fueron localizados y detenidos en Sant Antoni como presuntos autores de un delito de hurto. La investigación se mantiene abierta ya que la Guardia Civil sospecha que la joven y su hijo podrían ser los autores de otros hechos delictivos similares denunciados en la isla en las últimas fechas.

El método o modus operandi utilizado por la pareja consistía en «seleccionar un objetivo, que suele ser una persona mayor con problemas de movilidad, y embaucarlo con tretas varias, entorpeciendo el paso y luego ayudándole para poder introducir la mano en el bolsillo donde va el botín que previamente han marcado», señalaron fuentes de la Guardia Civil.

La revisión de las cámaras de seguridad fue clave para la resolución del robo y desde la investigación destacaron la «gran habilidad» para sustraer el sobre sin ser detectados por la víctima.

Tras declarar en las dependencias de la Guardia Civil, la joven de 31 años fue puesta a disposición del juzgado de guardia de Ibiza.