Imagen del acusado ante el tribunal de la Audiencia Provincial. | Tolo Jaume

Un tribunal de la Audiencia Provincial dejó ayer visto para sentencia el juicio contra el portero de un club de Sant Josep que se enfrenta a una pena de ocho años de cárcel por un delito de lesiones graves tras dejar en coma a un cliente de nacionalidad alemana.

Tras la celebración de la segunda sesión, el Ministerio Fiscal mantuvo la petición de pena solicitada inicialmente para D.T.I., de 35 años y nacionalidad española, quien trabajaba como personal de seguridad en el verano de 2013. El acusado se enfrenta a una petición fiscal que también recoge una indemnización de 396.043 euros para la víctima por las lesiones, las secuelas y el perjuicio estético causados.

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Durante la primera sesión celebrada el martes, el acusado sostuvo ante el tribunal que «es falso» que él, que entonces boxeaba como aficionado y ahora lo hace profesionalmente, diera un puñetazo al cliente, que había sido expulsado del bar por mal comportamiento y pretendía volver a acceder enfrentándose al personal de seguridad.

El acusado explicó ante la sala que cuando él y otro empleado del establecimiento estaban impidiendo que consiguiera su propósito, el cliente se le abalanzó con intención de pegarle, lo detuvo y el agresor se fue hacia atrás y golpeó con su cabeza en el suelo. «El hombre tropezó hacia atrás», insistió el acusado ante el tribunal.

Según el escrito de acusación, el cliente, un alemán que tiene actualmente 50 años, sufrió un traumatismo craneoencefálico severo con hemorragia, fractura occipital y tromboembolismo pulmonar, lesiones por las que estuvo 100 días hospitalizado y que tardó casi año y medio en curar, aunque le han quedado secuelas severas.