Las obras del tanque de tormentas en el puerto han obligado a habilitar un vial circulatorio en una parte de la acera.

El ministerio de Medio Ambiente ha confirmado a este periódico que la obra civil del tanque de tormentas que se está haciendo junto al puerto en la avenida de Santa Eulària estará terminada a finales de primavera, mientras que la instalación de los equipos y la electricidad de la infraestructura se dejará para el último trimestre del año.

Fuentes del ministerio reconocieron que la preocupación de la Autoritat Portuària de Balears (APB) es que «en mayo los barcos pequeños que van a Formentera puedan usar el muelle», ya que es ahí donde se están llevando a cabo las obras, por lo que Medio Ambiente se ha comprometido a dejar «el mínimo vallado posible» para el mes de junio.

Dudas de los plazos

Sin embargo, los comerciantes del puerto y de la Marina de Ibiza manifestaron sus temores al comprobar que, los plazos oficiales de ejecución de la obra eran de 16 meses y que, por tanto, los trabajos se alargarían hasta el año 2019. No obstante, desde el ministerio matizaron posteriormente que esta fecha de finalización corresponde al conjunto de la adecuación del sistema de saneamiento, que incluye no solo la construcción de este tanque de tormentas en el puerto sino otros dos en Talamanca y en la avenida Vuit d’Agost, así como una nueva Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) y una estación de bombeo de alivio de la EBAR.

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Los comerciantes aseguraron estar «cansados» de las obras que, por tercer año consecutivo, afectan el puerto de Ibiza o sus aledaños. «Nuestra preocupación es saber cómo va a quedar el paseo si las obras no terminan a tiempo y se tienen que parar durante el verano. Esperemos que se pongan las pilas y en verano la gente pueda pasear por el muelle aunque el suelo sea provisional de hormigón», apuntaron. Asimismo, advirtieron que el posible retraso de la obra podría ser «la excusa» para demorar el resto de la reforma del puerto, con infraestructuras pendientes tan importantes como la construcción del futuro aparcamiento subterráneo o la nueva estación de Formentera.

También hicieron hincapié en las consecuencias que pueden tener las obras en el tráfico de la avenida Santa Eulària, que han obligado a habilitar parte de la acera como carril para mantener el doble sentido de la vía. A pesar de esta medida, la circulación es lenta en este tramo y los comerciantes creen que en Semana Santa el tráfico puede llegar a ser «caótico».

Quejas por el ruido

Por otra parte, los vecinos de los alrededores de la avenida Vuit d’Agost mostraron también sus quejas por las obras del tanque de tormentas que se están haciendo en la calle Illa Negra desde el mes de octubre. «No solo cortan la calle sino que además el ruido es infernal, de 8 a 20 horas sin interrupción. Nos tiemblan los pisos y además llevan retraso», criticaron.